GABRIELA GULESSERIAN | La Orotava
El alcalde de La Orotava, Isaac Valencia, considera que la implantación de la Universidad Europea de Canarias (UEC), una de sus máximas aspiraciones, “es el mejor regalo que le ha podido llegar al municipio para Navidad”. Dice que para empezar “cumplió con las expectativas”, dado que de junio a septiembre se montó una infraestructura “donde no había absolutamente nada”. Es más, en su opinión, el solo hecho de haber conseguido que la Consejería regional de Educación aprobara el funcionamiento del centro académico “es el éxito más gordo que La Orotava ha tenido en su historia, porque ha pasado de ser un pueblo cualquiera, con carencias importantes, a ser una ciudad universitaria de carácter internacional”.
Isaac Valencia ha afirmado en varias oportunidades que una vez que este proyecto se concretara “se podía ir tranquilo a su casa”.
BALANCE
Sin embargo, confiesa que “todavía no tiene decidido” cuándo dejará el Ayuntamiento. “Ya se verá, pero no somos eternos y los años que tengo no son para presumir de nada”, declara.
El regidor municipal hace balance del tiempo que ha transcurrido desde que se puso la primer piedra de la UEC. “Muchos decían que no era viable ni podía salir adelante y si no fuera porque en su momento algunos se opusieron, estaría funcionando desde hace muchos años. Lo que hemos hecho es ponernos a trabajar sin protestar, y los protestones ahí se han quedado, para que los villeros tengan la calidad de vida que querían”, afirma.
Valencia cree que son los vecinos los que en realidad “gobiernan el municipio y no sólo el partido de Coalición Canaria (CC). Si esos vecinos, un 21 de noviembre de 1978 no se hubiesen unido con velas encendidas desde el Calvario a la plaza del Ayuntamiento para reclamar que les pusieran luz eléctrica, no estaríamos así”. El mandatario alude a la histórica manifestación de las velas y a la creación de la Agrupación Independiente Orotava (AIO), que dio origen a la Agrupación Tinerfeña Independiente (ATI) y posteriormente a (CC). Sin embargo, el alcalde villero dice que hay proyectos que no ha podido materializar y que son muy difíciles de retomarlos en los tiempos que corren. Es el caso del histórico cine-teatro Atlante, situado en pleno casco, donde el Ayuntamiento planificaba la construcción de viviendas y locales comerciales. “Ahí está ahí, muerto de risa, ¿para qué y para quién?”, se pregunta.
También pone como ejemplo la zona de El Rincón, un emblemático enclave agrícola del litoral protegido por un plan especial que impide su urbanización, y la Vía Diagonal, “una iniciativa que ya estaba financiada y con el cuento de la oposición no se hizo y hoy se ve la necesidad de acometer esta obra al tener cerrar la calle La Carrera”, manifiesta el regidor local.
En estos momentos, para Isaac Valencia el municipio que dirige “sólo tiene un problema” que es “el que entre un poco más de dinero para que la gente que lo está pasando mal pueda vivir un poco mejor”. ¿Y cómo se consigue eso? Él mismo se responde ya que al parecer, lo tiene muy claro: “Montando infraestructuras que generen la suficiente economía para que se produzcan nuevos puestos de trabajo”.