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Los vecinos del Imperial cobrarán de los arquitectos y constructores

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

EDIFICIO IMPERIAL DERRUMBADO
Visión interior del Imperial, ya colapsado y antes del derrumbe final. / DA

El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Santa Cruz de Tenerife ha dictado, 18 años después de su derrumbe, sentencia condenatoria contra los arquitectos y constructores del edificio Imperial, a los que ordena indemnizar a los vecinos de este emblemático inmueble capitalino a cantidades que, en su conjunto, superan los 770.000 euros. En la sentencia, la titular de dicho juzgado da por probado que el derrumbe se produjo por múltiples causas, pero que el edificio “presentaba, casi desde su terminación, deficiencias tanto en la estructura horizontal como en la vertical”.

Tras aclarar el por qué de tanta demora en la resolución (no imputable a este Juzgado número 5, a donde llegó el sumario hace 6 años), esta histórica -y esperada- sentencia arranca dilucidando el siempre farragoso tema de la legitimación, nada baladí dado el número de intervinientes: 19 demandantes y 12 demandados, algunos de ellos herederos de los auténticamente protagonistas. Aclarada la misma, la magistrada-Juez María del Mar Sánchez Hierro desmenuza en un pormenorizado análisis los motivos del colapso de este edificio, proyectado en 1971 y ya habitado en el inicio de 1974.

Así, Sánchez Hierro explica que las causas son múltiples. La primera es el conocido pilar 26, que fue manipulado en el sótano un par de días antes de que se produzca el desplome, que afectó a la fachada y parte del interior del inmueble.

Si bien la manipulación de dicho pilar “fuera la causa última no significa que fuera la única” recoge la sentencia, que hace buena la argumentación de letrados como el tinerfeño Aurelio de la Vega. Si bien el inmueble ya presentaba deficiencias en la estructura horizontal, son las de la estructura vertical las más graves, manifestadas “en grietas en la cabeza de los pilares de las plantas inferiores”.

También coinciden de una u otra manera todos los peritos es “la deficiente calidad del hormigón empleado” así como “las humedades en el sótano (…) que oxidan el hierro y revientan el hormigón”. A más, la sobrecarga a la que se somete una estructura como la descrita pasa por la construcción de un sobreático demolido ocho años después pero antes del colapso y “la colocación de dobles atezados y pavimentos en cubierta y viviendas”, además del uso como archivo de plantas previstas para oficinas. Por lo que respecta a las indemnizaciones -fijadas sobre baremos de 1994-, se reparten en doce beneficiarios distintos de los 17 demandantes, de los cuales sólo uno queda excluido del reparto por decisión judicial. Las cantidades de las mismas van desde 117.378,57 euros a 6010,12, para un total aproximado de 770.521 euros.

Esta sentencia es recurrible en apelación.

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La caída de un coloso del poder capitalino

El Imperial no era un edificio cualquiera, sino un símbolo del poder en Santa Cruz de Tenerife.Se construyó entre 1971 y 1973, según un primer proyecto realizado por los arquitectos Félix Sáenz Marrero y Francisco Aznar Ortiz, luego reformulado por los mismos profesionales.

Presentaba fachada hacia la calle de La Marina, la de San Martín y la de San Francisco, con una superficie de 1.130,67 metros cuadrados. Constaba de dos sótanos, seis plantas y dos más destinadas a áticos. En los sótanos se ubicaron aparcamientos, y en la primera planta habían dos locales comerciales, uno a La Marina y otro a San Francisco. La planta segunda de La Marina (que es la primera por San Francisco) se reservó para oficinas (nueve). El resto (tres plantas) se destino a viviendas (seis por cada).Entre sus inquilinos, la sede de la otrora naviera pública Transmediterránea y… el Instituto Nacional de la Vivienda.

Se colapsó el 19 de marzo de 1994.

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