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¿A solas bajo el muérdago?

Por Rebeca Díaz-Bernardo

La tradición de besarse bajo el muérdago se nos está colando en las casas desde hace algunos años, y si todos crecimos con árboles de Navidad cuajados de espumillón, dorado, y de bolas enormes que se nos rompían cada dos por tres, normalmente rojas y también doradas, desde los años 90 del pasado siglo se empezaron a poner de moda los adornos de diseño, en diferentes colores, lazos, flores, e incluso mariposas para darle a nuestros hogares un toque diferente, lo que por otro lado hace que si ahora alguien decora su casa con una de aquellas ristras de espumillón, se nos escarpien los pelos solo de pensarlo. Y entra tantas cositas venidas del otro lado del Atlántico, se nos ha metido en casa, por Navidad, la costumbre de colocar bajo el quicio de alguna puerta, una ramita de muérdago bajo el que muchas parejas se sacan la foto cada año.

Para los antiguos druidas celtas, el muérdago era una planta mágica que utilizaban para protegerse de los rayos, de la maldad, de las enfermedades, para hacer fértiles a las mujeres y hasta para hacerse invisibles, y con los años, esa creencia de poderes mágicos fue pasando de generación a generación y se cree que fueron los italianos quienes por primera vez anunciaron el poder que esta planta tiene en el amor, por lo que imagino que ellos fueron quienes lo exportaron, junto con la pizza, y ahora y según la leyenda, en época de Navidad si te encuentras debajo de un muérdago deberás darle un beso a la persona amada para que corras con mucha suerte en el amor y sea eterno.

Pero claro, ¿y si no tienes ni persona amada ni perro que te ladre ni gato que te maúlle esta Navidad?, ¿te vas a pasar la Nochebuena y el Fin de Año mirando el árbol y emborrachándote a solas para ahogar tu desgracia de no tener pareja en estas fechas tan señaladas? Error.

Porque para empezar deberías sentirte encantada de la vida de no tener que estarte repartiendo por las casas de tus cuñados, suegros o cuñadas cuando lo que realmente te apetecería sería estar con tus propios padres como cuando tenías doce años; es decir, aprovecha que no tienes familia política y ve con los tuyos, porque quién sabe si será el último año que puedas hacerlo sin herir susceptibilidades a otros.

Por otro lado y si no te apetece o no puedes, aprovecha también que hoy día ya no es como antes y en Nochebuena había que estar en casa hasta la hora de salir todos a la Misa del Gallo ni el año nuevo comienza después de las doce uvas. Ahora hay cenas, fiestas, juergas serranas que empiezan desde por la tarde a las que acudir con tus amigos y amigas sin pareja, hacer un grupo simpático para asistir a una celebración en un restaurante o discoteca, y lo que surja, porque lo más seguro sea que te encuentres con muchas personas en tu misma situación y puede que 2013 sea otro cantar si se te da bien la noche. Por descontado no descartemos la posibilidad de organizar tú misma una fiesta en tu casa e invitar hasta la vecina, o si conoces a alguien que tenga una finca o lugar con jardín o alquilar una casita rural entre varias personas para toda la semana y pasar la Navidad y partir el año en compañía de personas que son afines a ti.

Es más, si estás leyendo esto será porque el fin del mundo profetizado por los Mayas no se ha cumplido, por lo que hay doble que celebrar en estos días, y si encima te ha tocado la suerte y has pillado alguito del Gordo, porque tenías un decimito, puedes coger un avión y te plantas donde quiera que esté tu amor o tu familia, si es que tu soledad de pareja se debe a la distancia, o igualmente coges un avión y te largas a empezar el año a las islas Fidji, que aunque cambiar unas islas por otras parece una tontería, te lo digo porque están bastante lejos y a veces ayuda un poco quitarse de en medio de manera temporal. Además, no sé por qué me da que por las Fidji tiene pinta de haber mucho soltero macizo por estas fechas, vamos, es un pensamiento que me viene.

Ya sé que siempre repetimos hasta la saciedad que una ha de amarse a sí misma ante todas las cosas, pero lo cierto es que queda un poco frío, y cutre, una foto hecha con un disparador automático de ti contigo misma abrazada a ti y sin nadie más que tú, bajo el muérdago famoso, y no digamos con el gato o el perrito de peluche. No reinas, las luces del arbolito son muy chulas y dan ambiente, pero solo a Bridget Jones se le aparecen los amores bajo la ventana mientras ella espera; las demás mortales no tenemos más remedio que salir del cascarón y buscarnos la vida para pasar una noche estupenda y en compañía de seres queridos, sean o no amados, así que desempolven la agenda y busquen amigos y amigas en su misma situación, sacúdanse la soltería y sáquenle partido por una vez en la vida celebrando hasta que no puedan más. ¡Feliz Navidad, Feliz Año Nuevo!