Con frecuencia, las fórmulas más sencillas, aquellas que aprendemos de pequeños y que nos pasan inadvertidas a fuerza de parecer obvias, son las más efectivas y necesarias.
Sin embargo, los gobiernos de los países -el de España, sin ir más lejos- metidos hasta las cejas en una maraña de macrocifras que el ciudadano entiende a duras penas, suele obviar estas fórmulas de fácil y lógica aplicación con la que se evitarían muchos males y se solucionaría el problema económico en el que anda sumergido este Estado, que cada vez tiene menos de bienestar por el que hemos luchado durante años.
Tanto en el ejercicio de mis funciones como alcalde, como desde la Secretaría General de Coalición Canaria en Tenerife, he venido defendiendo para la Isla y para Canarias una fórmula que sería muy beneficiosa para nuestro tejido empresarial y nuestra economía: la bonificación del 50% de las cuotas que autónomos y pymes deben pagar a la Seguridad Social.
El éxito de esta fórmula probablemente resida en su sencillez: Son 3.525 millones de euros los que se recaudan en cotizaciones anuales a la Seguridad Social en toda Canarias y el 50% de bonificación sería, por un lado, un incremento directo de las rentas de las PYMES, a las que se daría una inyección de liquidez y, por otro lado, un enorme incentivo para la contratación de trabajadores. Es decir, esos 1.762 millones servirían para crear empleo y, como consecuencia, incrementar el consumo. Dado el casi inexistente apoyo bancario a la financiación de crédito a las pequeñas y medianas empresas -que constituyen el grueso de nuestro tejido económico- que se está produciendo como consecuencia de la crisis, se hace preciso adoptar medidas políticas encaminadas al mantenimiento del empleo a través de modificaciones legislativas que permitan abaratar el coste del empleo, sin que ello recaiga sobre los trabajadores ni suponga un incremento del coste para el empresariado.
No es una fórmula nueva, obviamente. Pero sí lo sería en Canarias, donde a pesar de las distintas condiciones estructurales y coyunturales que vivimos, tales como la lejanía, la fragmentación, la doble insularidad, los sobrecostes, la elevada tasa de paro, la externalización de la economía, etcétera, no se ha aplicado por el Gobierno del Estado una fórmula que sí funciona desde hace tiempo en Ceuta y Melilla.
Y en un momento como el actual, tenemos claro que todos los esfuerzos deben conducirse a mejorar la situación de nuestra gente. La de quienes no tienen la posibilidad de desempeñar un empleo y la de aquellos que, teniendo la suerte de trabajar en las circunstancias actuales, ven con incertidumbre el futuro y se muestran cautelosos, cuando no pasivos, a la hora de consumir.
En las muchas y variadas reuniones mantenidas por la Ejecutiva de Coalición Canaria en Tenerife con los diferentes colectivos sociales, económicos y empresariales de la Isla, esta fórmula que planteo no solo ha sido aplaudida, sino demandada, en reiteradas ocasiones por los representantes de las pequeñas y medianas empresas tinerfeñas, que saben que, con esta medida, de sencilla aplicación, se solucionarían muchos de los problemas que nos impiden avanzar. Por su parte, el compromiso es contratar trabajadores, de modo que se cumplan todas las variables para que la medida surta el efecto deseado en poco tiempo.
La idea la hemos lanzado y propuesto como parte fundamental de un Pacto por Tenerife que podemos y queremos, a posteriori, ampliar a todo el Archipiélago. La mano está tendida y esperamos, sinceramente, poder llegar a un acuerdo para que se materialice esta medida que supondrá un enorme beneficio para todos.
* Secretario General de Coalición Canaria en Tenerife