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Las Breñas suman esfuerzos pero no piensan en la unidad

Ángel Alonso y Borja Pérez, alcaldes de Las Breñas
Los alcaldes de Las Breñas, Ángel Alonso y Borja Pérez. / DA

DAVID SANZ | Breña Baja

No son los municipios que aparecen en las quinielas cada vez que se escucha hablar de unificar localidades en La Palma con motivo de la crisis. Pero Breña Alta y Breña Baja comparten una historia común y una vinculación relativa que va más allá de la toponimia. Recientemente, este periódico publicaba un artículo de opinión en el que un breñusco abogaba por la unidad de sendos municipios, una fusión que, sin embargo, sus regidores no defienden aunque sí están trabajando en mancomunar cada vez más servicios. Ese, creen, “es el camino que hay que seguir”.

Borja Pérez, alcalde de Breña Baja, y Ángel Alonso, alcalde de Breña Alta, comparten fecha de nacimiento, aunque de distinto año, el 20 de noviembre. Casualmente, esa mismo día del año 1634, fue cuando se dictó el auto que segregó la jurisdicción única de Las Breñas en los dos localidades que han permanecido hasta la actualidad.

Pero no parece que, más allá de casualidades en el calendario, vayan a ser estos dos alcaldes quienes reviertan la situación y la devuelvan a la unidad que duró hasta pasado el primer cuarto del siglo XVII. Sobre todo, como ambos explican, “porque no es una demanda de los vecinos”.

De hecho, Alonso indicó que en lo que va de mandato han celebrado en Breña Alta nueve consejos de barrio y “ninguno de los vecinos nos ha trasladado esta preocupación”.

Borja Pérez destacó que “somos dos municipios y dos ayuntamientos con identidad y entidad suficiente para seguir manteniéndonos por separado”. “Nosotros ahora vamos por el camino de intentar mancomunar servicios, que ya, de hecho, lo estamos haciendo con muchos de ellos y otros los haremos próximamente”.

Ángel Alonso concretó que sendos municipios tienen unificados aspectos como el fútbol, con el Unión Breñas, desde hace unos años; “el servicio de socorrismo de las playas lo lleva la misma empresa; hay actuaciones conjuntas de la Policía Local; la recogida de basuras también la hace la misma empresa; el Instituto Las Breñas da servicio educativo a las dos municipios”.

Además anunció que están manteniendo conversaciones para la prestación conjunta de los taxis, una posible mancomunidad de la Policía Local, en la que también incluirían a Mazo; en calles limítrofes realizan tareas de mantenimiento conjuntas. Y, en un futuro, adelantó que no descartan unificar otra serie de servicios como los de limpieza de calles y colegios.

Borja Pérez, por su parte, destacó el papel estratégico que juegan sendos municipios en La Palma. “Breña Alta divide el este y el oeste con la carretera principal, además de contar con el Hospital y una importante área industrial. Y en Breña Baja poseemos parte de aeropuerto; una zona industrial muy potente y otra en creación; el área militar y la principal zona turística, además de ser el paso del sur al área capitalina”. El alcalde de Breña Baja se mostró convencido de que, “en un futuro, con estos elementos, podemos solventar muchas deficiencias que teníamos anteriormente. Son dos municipios muy potentes”.

MALA EMPRESA

Por otra parte, ambos alcaldes están convencidos de que la unificación no traería en estos momentos beneficios económicos, sino todo lo contrario. “La situación económica de los dos ayuntamientos no obliga a tomar medidas tan drásticas, pese a que la situación es complicada y hay que echar mucha imaginación para sacar adelante las cosas con criterios”, explicó Alonso, quien se mostró convencido de que “estamos haciendo la cosas bien para seguir en la línea de mancomunar, que es la clave, conservando nuestras identidades”.

Borja Pérez ahondó en esta idea e indicó que pese a que “la circunstancia económica no es buena, unirnos ahora nos ocasionaría más problemas y más gastos, que no serían asumibles en este momento”. Y es que unir sendos municipios, a su juicio, requeriría “una reorganización interna tan brutal que sería imposible realizarla en un año”.

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La Isla necesita una mirada global

Tanto Ángel Alonso como Borja Pérez consideraron necesario una planificación insular que permita la distribución estratégica del territorio. “Si bien es verdad que el breñusco es breñusco, también es cierto que el palmero es palmero, y hay que empezar a ver la isla sin los límites territoriales que nos dividen y olvidarnos de tener catorce grandes polideportivos, otras tantas piscinas climatizadas. Y en lugar de unir municipios, ver la isla como una unidad y planificar dónde va cada infraestructura estratégicamente”, explicó Alonso. En este sentido, Borja Pérez consideró necesario que desde el Plan Insular de La Palma se marquen las directrices dentro de la Isla en aspectos como la ubicación de todas las industrias. Alonso apostilló la necesidad de “planificar un conjunto de 700 kilómetros cuadrados y empezar a pensar globalmente, esto es, viendo la isla de La Palma como un ente único”.

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