JESSICA MORENO | Santa Cruz de Tenerife

El consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife, José Joaquín Bethencourt, ha solicitado al Gobierno de Canarias que amplíe el plazo para la presentación de alegaciones a la normativa que está elaborando para regular la actividad de los guachinches. Esta solicitud, aprobada recientemente por el Consejo de Gobierno insular, pretende contar con más tiempo para elaborar de una forma más concreta las sugerencias y propuestas de modificación al borrador del documento, explicó el consejero a DIARIO DE AVISOS. “Desde el Cabildo queremos que esta normativa sea realista y aplicable, por ello la presentación de las alegaciones”, aseveró.

Del mismo modo, aclaró que estas sugerencias, en las que participarán varias áreas de la Corporación insular, se entregarán al Ejecutivo canario “no más tarde de la primera semana de enero”, con el fin de que el futuro decreto quede los mejor posible, y más teniendo en cuenta la dificultad de normalizar una actividad que se lleva intentando regularizar desde 2009.

En este sentido, el responsable insular de Agricultura hizo hincapié en que “el borrador del texto tiene aspectos que consideramos deben mejorarse, con el fin de que sea una normativa realista y aplicable”. Además, insistió en que “pretendemos que no sea un decreto maximalista, sino que tenga los pies en el suelo”. Principalmente el Cabildo tinerfeño cuestione el enfoque del Gobierno regional de considerar los guachinches como actividad turística, ya que “podría generar algunos problemas de tipo legal, lo que dificultaría la regularización de los verdaderos establecimientos de esta índole”, explicó Bethencourt. Por ello, se propondrá en las alegaciones que este tipo de negocios sea modificado y que los guachinches sean considerados en este futuro decreto como una actividad complementaria de la agricultura.

LA NORMATIVA
En el borrador, que aún puede ser modificado, se estipula que los guachinches solo pueden abrir al año durante un periodo máximo de tres meses, para vender el vino. Aun así, se prevé otorgar un mes de gracia para aquellos establecimientos que cuenten con excedente.

Además, el texto señala que “el periodo de apertura del establecimiento no deberá superar los tres meses al año debiendo, en todo caso, cesar la actividad desde el momento en que se agote el vino de cosecha propia”, lo que a su vez condiciona el periodo de apertura a la cantidad de vino de la cosecha vinculada al establecimiento en cuestión. Después de pasar los correspondientes trámites, se espera que la normativa entre en vigor el próximo año.