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Capitanía Marítima no fue avisada de la intervención sobre la patera

Patrullera Cabaleiro
La patrullera Cabaleiro de la Guardia Civil y la patera están en Puerto Naos a la espera de la investigación. / EFE

JOSÉ LUIS CÁMARA / EFE | Santa Cruz de Tenerife / Las Palmas

El suceso de la patera siniestrada el pasado jueves en Lanzarote continúa escribiendo capítulos, a medida que se van conociendo datos sobre la investigación. La delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, aseguró ayer que la patrullera de la Guardia Civil que chocó contra la barquilla sufrió una avería en uno de sus motores, lo que que le impidió esquivar a la citada patera cuando el patrón de esta abandonó el timón tras ser descubierto.

Como publicó este periódico el pasado sábado, la propia Guardia Civil reconoció que el choque fue “inevitable”, entre otras razones porque patrulleras como la Cabaleiro no están preparadas para este tipo de intervenciones. Sin embargo, teniendo en cuenta que la patera se aproximaba a una zona rocosa de la costa conejera, y a pesar de que tenía problemas en uno de sus propulsores, los agentes de la Benemérita decidieron acudir al rescate de los sin papeles. De hecho, según explicó ayer al DIARIO el capitán marítimo de Las Palmas, Pedro Mederos, los guardias civiles ni siquiera informaron a Capitanía de la intervención, algo que no es lo habitual.

“Ni nos informaron ni nos pidieron auxilio”, agregó Mederos, quien no obstante recalcó que “ante una situación de peligro, existen convenios por los cuales la Guardia Civil tiene la potestad de acudir al rescate, aunque habitualmente informa a Salvamento Marítimo”. En este caso, y dada la situación en la que se encontraba la patera, sin timonel, con el motor en marcha y a punto de estrellarse, los agentes trataron de auxiliar a los inmigrantes. De hecho, como contó este periódico y confirmó la Delegación del Gobierno, uno de los guardias civiles, arriesgando su propia integridad, no dudó en lanzarse al agua para socorrer a las personas que se encontraban más alejadas de la patera y de la patrullera, y consiguió salvar las vidas de al menos dos de los náufragos.

Finalmente, de los 25 indocumentados que supuestamente viajaban a bordo, 17 fueron rescatados, uno falleció y otros siete siguen todavía hoy desaparecidos. El caso está ahora en manos del Juzgado de Instrucción número 3 de Arrecife.

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EL JUEZ SOLICITA UN INFORME PERICIAL

El Juzgado de Instrucción número 3 de Arrecife ha solicitado que un perito externo examine la patera y la patrullera de la Guardia Civil que chocaron la madrugada del jueves en la costa de Lanzarote. Ambas embarcaciones se encuentran en Puerto Naos, en Arrecife, a la espera de que se efectúe en ambas el citado examen pericial requerido por el juez. Mientras, el único cadáver recuperado hasta el momento del naufragio de la barquilla, que partió la noche del lunes 10 de diciembre desde Sidi Ifni (Marruecos), se encuentra en el depósito de Arrecife. Dos personas residentes en Lanzarote han asegurado ser familiares del fallecido, pero la juez ha solicitado pruebas de ADN para garantizar la filiación del mismo.

Por su parte, el alcalde de Sidi Ifni, Mohamed El Ouahdani, exigió ayer que se aclare “la verdadera causa” del choque, por si se debiera a una “negligencia”. “En la barca viajaban 25 jóvenes ciudadanos. Hay muertos, hay detenciones y reclamamos la verdad, que se sepa al menos lo que ha pasado”, declaró El Ouahdani.

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