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Cuarenta años de sueños

Diferentes imágenes del 40 aniversario de Loro Parque. | MOISÉS PÉREZ


GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz

Han pasado justo 40 años desde que el 17 de diciembre de 1972 Loro Parque abriera sus puertas al público en un modesto recinto en el barrio de Punta Brava, destinado a conocer mejor a los loros y papagayos. Cuarenta años después, el recinto, ubicado en Puerto de la Cruz, amplió diez veces su superficie y acoge a diferentes animales llegando a convertirse en un referente turístico de Tenerife y Canarias con un balance de 43 millones de visitantes recibidos en este tiempo.

Su presidente, Wolfgang Kiessling quiso celebrar ayer estos cuarenta años de sueños con un espectáculo de colores, luces y sonido que no dejó indiferente a nadie, en el que bailarines y acróbatas pero también las orcas, fueron los principales protagonistas. Todos acudieron a la cita: más de 2.000 invitados. Desde el presidente del Gobierno, Paulino Rivero; pasando por el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez; la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento; el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior; el Ayuntamiento, encabezado por su alcalde, Marcos Brito, hasta regidores de otros municipios, como José Manuel Bermúdez, de Santa Cruz; Manuel Domínguez, de Los Realejos, y Haroldo Martín, de La Victoria de Acentejo, entre otros. Pero también los dirigentes de Ashotel, diputados, consejeros del Ejecutivo regional y empresarios de la ciudad y de la Isla, así como un expresidente de Gambia, el embajador de Tailandia en España y el príncipe de Baviera, entre otras representaciones internacionales.

Paulino Rivero subrayó en su discurso que es difícil entender el pasado, el presente y el futuro de Puerto de la Cruz sin el Loro Parque y sostuvo que los canarios “tienen una deuda con Wolfgang Kiessling, una de las personas que más ha contribuido al desarrollo de Tenerife”. Por su parte, Marcos Brito, que “vio nacer” el parque temático, también se refirió a Kiessling como “un empresario ejemplar que ha hecho de Puerto de la Cruz su casa”.

En medio de un gran aplauso, el presidente de Loro Parque agradeció a aquellas personas que durante estos años han estado a su lado, especialmente a su esposa y a su hijo, a sus empleados y a las diferentes instituciones. Especialmente emotivo fue el momento en el que dos nietos de Kiessling se dirigieron al público en tres idiomas, para transmitirle que hace 40 años hubo un hombre que quiso cumplir un sueño que ayer se hizo realidad. Un hombre que, además, de ser un gran empresario, era su abuelo.