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Firmeza y unidad – Por Ricardo Melchior

La construcción de los complejos hospitalarios y sociosanitarios del Norte y del Sur es una de las iniciativas más arduas y laboriosas a las que nos hemos enfrentado en la última década. La necesidad de aunar voluntades y recursos de más de una administración ha obligado a superar diferencias sustanciales de concepto, así como negociaciones que en algunos casos resultaron muy duras, durante un proceso muy largo. Porque hay que recordar que el acuerdo de dotar de hospitales al Norte y el Sur tiene su origen en noviembre de 1999, con el fin de completar la iniciativa original del Cabildo, en el ejercicio de su competencia, de creación de centros sociosanitarios.

Desde entonces, ambos proyectos pasaron por todo tipo de vicisitudes, hasta que un momento dado todos creímos alcanzar el punto de inflexión necesario para que las obras entrasen en una fase imparable e indiscutible. Así lo expresamos en mayo de 2009, tras la visita que efectuamos al complejo del Sur, en compañía de la consejera de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno de Canarias. Convencidos de que ya no había vuelta atrás y que estas dotaciones acabarían por hacerse realidad en los últimos plazos fijados, llegamos a confiar en que la ejecución de los trabajos sería constante hasta su conclusión.

Sin embargo, han pasado más de tres años y la situación dista de ser la deseada. Con la crisis económica aparecieron las dificultades presupuestarias y el riesgo de ralentización de las obras se hizo evidente. Conscientes de ello, desde el Cabildo de Tenerife decidimos arrimar el hombro y adelantar parte del dinero necesario, en pro de la continuidad de los trabajos. Solidarios en la cesión de recursos para educación y sanidad, que es la línea seguida por las corporaciones insulares, llegamos a poner alrededor de 11 millones de euros para que los complejos hospitalarios y sociosanitarios del Norte y del Sur no volvieran a sufrir un frenazo. Que no fuera ni por gestos ni por recursos.

Pero, a la vista del proyecto de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2013, se ve que no. Se ve que el Gobierno de Canarias, al menos en este caso, no es sensible con una demanda histórica de los ciudadanos de Tenerife, relativa a la definitiva configuración de un mapa sociosanitario homogéneo, en consonancia con el de otros territorios.

Y esta situación resulta evidente para cualquiera que le eche un vistazo a las cuentas regionales para el año venidero, donde sólo se consigna 1,5 millones para el hospital del Sur, sin que exista partida alguna para completar el del Norte.

Demuestra a las claras el frenazo de ambos proyectos, una parálisis que no estamos dispuestos a tolerar. Por este motivo, el Consejo de Gobierno de la corporación insular se reunió con carácter extraordinario y urgente, el miércoles de esta semana, y acordó solicitar a los 15 diputados autonómicos de Tenerife que ejerzan el veto sobre este proyecto de Presupuestos si no se incluye la adecuada financiación de ambos hospitales. Aunque continuamos abiertos al diálogo, no hallamos otra manera de resolver una situación del todo punto injusta. Y tampoco vamos a quedarnos de brazos cruzados en el caso de que algún representante tinerfeño en la Cámara regional no entienda lo que ha de ser su orden natural de prioridades.

Nuestra demanda es clara. El complejo del Norte, localizado en Icod de los Vinos, precisa una partida de 16,7 millones de euros para completar su ámbito hospitalario (quirófanos, urgencias, hospital de día, paritorios y laboratorio).

En el caso del Sur, situado en Arona, recordamos que la licitación prevista ronda los 26 millones y exigimos que su construcción se acometa tal y como se estipuló inicialmente. Porque sospechamos que Sanidad quiere acabar por convertirlo en un centro de atención especializada, a lo que no estamos dispuestos. Se trataría de un perjuicio flagrante para una zona donde residen alrededor de 200.000 personas, que recibe además a unos 100.000 turistas, y no vamos a permitirlo.

Somos conscientes de que todos nos hallamos ante una situación muy complicada. Por este mismo motivo, hemos de exigirnos la toma de decisiones en función de las verdaderas necesidades de nuestra gente. Sobresale entre todas un sistema sociosanitario equilibrado, que resuelva una demanda pendiente desde hace demasiado tiempo, que exige de los representantes populares de la Isla firmeza y uniformidad.

*PRESIDENTE DEL CABILDO DE TENERIFE