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Gran pasado, buen presente, mejor futuro

La apuesta por defender y poner en marcha iniciativas de desarrollo social, económico y cultural ha dado sus frutos en esta zona de la Isla. / MOISÉS PÉREZ


GABRIELA GULESSERIAN | Isla Baja

Quince años de Consorcio Isla Baja y cuatro alcaldes de diferentes siglas políticas que ya no están y que fueron capaces de ponerse de acuerdo con el Cabildo de Tenerife para revitalizar el desarrollo socioeconómico de una comarca muy deprimida y con una tasa de desempleo importante.

Afortunadamente, los actuales han seguido sus pasos. Santiago Martín (Los Silos), José Heriberto González (Garachico), Antonio González Fortes (Buenavista del Norte) y Román Martín (El Tanque) siguen apostando por este ente supramunicipal, integrado por los cuatro ayuntamientos y el Cabildo, que consideran “vital” para la Isla Baja.

Su presidente, y uno de sus principales impulsores en su etapa como consejero insular, Lorenzo Dorta, hace balance de este aniversario. Recuerda cuando en 1997 el entonces presidente de la corporación insular, Adán Martín, los convocó y les dijo que fueran capaces de ponerse de acuerdo para conseguir darle un impulso a esta zona de la Isla. Escribieron en una servilleta de un bar las necesidades que tenían y los objetivos para conseguir el ansiado fin, consistentes en desarrollar un gran proyecto en cada uno de los municipios que a su vez repercutiera en toda la comarca. Una década y media después, están casi logrados: Buenavista ya tiene su campo de golf, Garachico su puerto deportivo y pesquero y la costa silense se ha regenerado aunque todavía faltan algunos “retoques”.

El único que no ha cumplido los plazos y se ha retrasado en el tiempo ha sido el Ecomuseo de El Tanque debido a la dificultad que ha habido para expropiar los terrenos de la zona.

A estos hay que sumarle más de 200 actuaciones, identificadas en un estudio inicial de desarrollo socio económico, algunas de las cuales se correspondieron con planes de cooperación del Cabildo y que se añaden a otras inversiones. En estos años la inversión pública ha sido de 101,8 millones de euros.

Pero también han conseguido otros logros significativos, como el desarrollo de un modelo turístico específico asociado a la marca Turismo de Tenerife. Para ello, han tenido claro que los visitantes que acuden a esta comarca buscan tranquilidad, buena gastronomía y disfrutar de la naturaleza. En total, hay 578 camas hoteleras pero los cuatro ayuntamientos han hecho un pacto desde el comienzo que incluso quedó registrado en la “famosa” servilleta para no masificar la oferta en la Isla Baja y establecieron como tope las mil camas. También han descartado la construcción de grandes infraestructuras hoteleras por dos motivos, económicos, y porque resultan inviables para la comarca.

El efecto del Consorcio, que es un referente para otros mandatarios municipales, ha sido importante en este sentido. Antes de 1997 en la Isla Baja solo existían dos hoteles; San Roque y El Patio, en Garachico. Actualmente hay nueve con una inversión de 22.250.000 euros y 115 puestos de trabajo directos. También en la Villa y Puerto, el hotel Quinta Roja, que costó 3.600.000 euros, emplea a 12 personas, mientras que en Garahotel, con millón de euros, trabajan otras cinco. Luz del Mar, en Los Silos, ha tenido una inversión de 9 millones y una plantilla de 35 empleados, superada por el Vincci Buenavista Golf, con 7,2 millones de inversión pública y privada, y 55 trabajadores. En el caso de la estancia rural La Hacienda, donde trabajan tres personas, la inversión ha sido de 400.000 euros, mientras que en Suites Isla Baja, la iniciativa privada ha destinado también un millón de euros y su plantilla está compuesta por cinco personas.

Pero además, hay que tener en cuenta los empleos indirectos mediante la apertura de casas rurales y el incremento del tejido empresarial comarcal, que en ningún caso es inferior a los 500.

Esta década y media se han ganado muchas batallas gracias a las necesidades comunes y a la voluntad política para que el Consorcio, que ha tenido un gran pasado, un buen presente y para el que se espera un mejor futuro, pueda funcionar. Para José Heriberto González, la más importante ha sido la de colocar a la Isla Baja en el mapa de Tenerife. Ello se consiguió por la presión y la capacidad para exigir, “ya que no es lo mismo hacerlo solo que acompañado de otros dirigentes políticos que afrontan realidades similares”, y la sensación de “hacer comarca”, matizó Santiago Martín el jueves durante una rueda de prensa en la que los responsables del Consorcio dieron cuenta de estos 15 años de gestión y analizaron el futuro.

Aunque son conscientes de que es incierto, sobre todo, porque la reforma de la Ley de Bases del Régimen Local, propuesta por el Gobierno de Mariano Rajoy, apuesta por la reducción de las administraciones locales, pero también de las mancomunidades y los consorcios.

Ante esta posibilidad, se preparan y barajan estrategias de futuro, como mancomunar servicios, al margen de los ya existentes, como el de la policía, aprovechar las economías de escala y mantener la promoción turística.

Todos coinciden en que es el momento de reflexionar y “dar un giro” y que ello repercuta en más beneficios para la Isla Baja, más allá de la cobertura legal que se le otorgue. El Consorcio, subrayan, todavía tiene muchos combates que ganar en una coyuntura económica que no se antoja fácil.

Ahora mismo no tiene retos futuros. Pero sí tiene claro que tiene que renovarse. Y ante la “amenaza” de reforma de la Ley de Bases del Régimen Local, apuestan por continuar “más allá del aspecto legal”. Replantearse experiencias, como lo del agua.

“El devenir viene planteado por una estrategia comarcalizada. El Consorcio ha propuesto un nuevo escenario económico y una estrategia común para aprovechar las economías de escala y ahorrar costes de los diferentes servicios. Seguirá jugando un papel relevante en la zona”, argumenta el mandatario de El Tanque.

Para los alcaldes, como José Heriberto González, el Consorcio significó un punto de inflexión ya que se puso de manifiesto que en la Isla existía una zona deprimida que tenía que despegar y para eso se volcó el Cabildo. Para Román Martín, es “un nuevo revulsivo en la comarca”. “Ponernos de acuerdo a pesar de pertenecer a formaciones políticas diferentes. El nuevo escenario pasa por la realidad presupuestaria. Comprender que, aunque la inversión se haga en un determinado municipio, redunda en todos los de la comarca”.

La Isla baja se ha puesto en el mapa de Tenerife, por méritos propios, tras mucho batallar.