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Maestros de la tierra> Por Ricardo Melchior Navarro*

El mundo rural constituye una parte fundamental del hábitat en el que nos desenvolvemos. Su adecuada potenciación, junto a la conservación del medio natural y el crecimiento armónico de sectores preponderantes como el turismo, es una tarea insoslayable para la consecución del modelo de desarrollo sostenible que deseamos para nuestra tierra. Territorio, personas y usos tradicionales conforman un conjunto que trasciende la mera forma de vivir para convertirse en la expresión de un sentimiento de identidad.

El discurrir del tiempo ha asistido a la configuración de un carácter isleño ligado a la tierra, ese elemento tangible que proporciona el sustento y da esperanzas de futuro. Consciente de ello, el Cabildo Insular contribuye de manera decidida a la recuperación y preservación de todo ese rico patrimonio, objetivo para el que impulsó la Fundación Tenerife Rural, que integra a instituciones, entidades públicas y privadas, asociaciones y ciudadanos interesados en la conservación y valorización del medio citado.

En el curso de esta semana, la fundación ha otorgado sus premios anuales, instituidos desde hace cinco años, con el fin de distinguir a quienes consideramos como “maestros de la tierra”, por su labor de conservación de la biodiversidad, el patrimonio, la innovación y las tradiciones vinculadas a la actividad agraria. Un ejemplo es el matrimonio formado por Ángel Amaro y Francisca Hernández, conocedores como pocos de las variedades locales de interés agrícola cultivadas en la zona de La Orotava, igual que del centeno para utilizar la paja en la construcción de la cubierta de los “pajales”.

Sucede igual con los hijos de Wenceslao Yanes, continuadores del oficio emprendido por su padre y propietarios de un taller de hojalata y latonería que es todo un icono de la artesanía local. O con el grupo folclórico de la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna, prototipo de la labor en defensa de la cultura tradicional que se realiza en la primera institución académica, de la cual también es miembro el profesor Vicente Zapata, director del Aula de Turismo Cultural, a quien se le reconoce por sus iniciativas en esta materia, sobre todo en lo que toca al senderismo agrícola.

El cuadro de galardonados se completa con la empresa Canarias Forestal, del admirado y querido Salvador Dorta, dedicada a la fabricación de palés para el sector hortofrutícola, a partir de la reutilización de la madera talada del pino radiata, no autóctono de nuestros montes, junto a la figura de Fernando Jiménez, merecedor de una mención especial, a título póstumo. La actitud luchadora que caracterizó su gestión al frente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (ASAGA), durante 14 años, personifica buena parte de las cualidades que distinguen a todos estos “maestros de la tierra”.

De la misma manera, esta semana también se ha llevado a cabo la entrega de los premios Teide de Oro, que otorga Radio Club Tenerife, emisora de la Cadena SER y decana de las ondas isleñas. Su concesión al baloncestista Sergio Rodríguez, plata olímpica en los pasados Juegos de Londres, y a la Compañía Cervecera de Canarias, que suma más de setenta años de trayectoria industrial en las Islas, se vio unánimemente respaldada con la cerrada ovación del público asistente al acto celebrado en el Teatro Leal de La Laguna.

Ambas convocatorias reconocen el cariño del pueblo de Tenerife por su gente, por sus empresas, por personas con iniciativa, valientes, con arrojo, que ponen su grano de arena cada día para levantar una tierra que necesita más que nunca de ilusión y esperanza.

A todos los que lo hacen posible, muchas gracias por estar ahí. Manteniendo nuestras tradiciones y trabajando con honestidad nos convertimos en maestros de la tierra y valedores del buen nombre de Tenerife y de Canarias.

*PRESIDENTE DEL CABILDO DE TENERIFE