EFE | Moscú
Al menos cincotripulantes murieron hoy cuando un avión de pasajeros ruso se salió de la pista de aterrizaje al intentar tomar tierra en el aeropuerto internacional de Vnúkovo y fue a parar a una autopista en las afueras de la capital rusa.
Según las agencias locales, entre los muertos figuran el comandante, el segundo piloto, el ingeniero y dos de las azafatas del Tu-204 de la compañía Red Wings procedente de la República Checa y que no transportaba pasajeros.
Mientras, entre los otros tres tripulantes que viajaban en el aparato también hay dos personas heridas de gravedad que han sido ingresadas en hospitales cercanos con traumatismos craneoencefálicos.
Debido al aterrizaje de emergencia en el avión se declaró un incendio en uno de sus alerones que ya ha sido sofocado por los equipos de bomberos, informó el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia.
En las imágenes de la televisión se puede ver cómo el Túpolev se partió en tres partes tras colisionar y derribar la valla que separa las instalaciones del aeropuerto de la autopista Kíevskoye de la capital rusa.
La cabina del avión cayó sobre la calzada de la autopista ante el asombro de los conductores que circulaban a esa hora a la altura del aeropuerto.
Precisamente, los conductores particulares fueron los primeros que acudieron en socorro de los tripulantes, les ayudaron a abandonar el aparato accidentado y les practicaron los primeros auxilios.
“Regresaba a mi casa por la autopista cuando de repente vi un avión en la carretera. Vi como a una de las azafatas heridas se la llevaban los servicios de emergencia. Otra yacía muerta en una camilla y junto a ella se encontraba un pope”, señaló una testigo, Yekaterina, al diario digital Gazeta.ru.
Por esta razón, esa concurrida autopista tuvo que ser cerrada durante varias horas al tráfico rodado, al igual que la estación de metro más cercana, mientras el aeropuerto ha suspendido todas sus operaciones hasta nuevo aviso.
Las autoridades barajan por el momento dos versiones del accidente: un fallo en el motor o en el tren de aterrizaje del Túpolev, o un error humano del piloto.
Según las agencias rusas, durante los últimos dos meses dos accidentes similares ocurrieron con aparatos de la aerolínea Red Wings, que se salieron de las pistas de aterrizaje, aunque no hubo que lamentar ni muertos, ni heridos.
Precisamente, la agencia de aviación de Rusia, Rosaviatsia, informó hoy de que había enviado el viernes una carta a la corporación Túpolev en la que llamaba la atención sobre los problemas detectados en los sistemas de freno de los Tu-204.
El Túpolev accidentado tenía apenas cuatro años y unas pocas semanas de antigüedad, según las fuentes consultas por la agencia oficial RIA-Nóvosti.
El ministro de Transporte, Mijaíl Sokolov, se personó en el lugar del siniestro, mientras la Fiscalía rusa incoó un caso penal por la violación de las reglas de seguridad de aviación.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, ha ordenado crear una comisión de investigación sobre las causas del accidente, que tuvo lugar en víspera del comienzo de los diez días de vacaciones de Año Nuevo en este país.
El aeropuerto internacional de Sheremétievo, situado al otro extremo de la ciudad, recibe de momento todos los vuelos que inicialmente debían aterrizar en Vnúkovo.