CD TENERIFE > RESUMEN anual

Otro año para olvidar

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Quique Medina. | DA

MARTÍN-TRAVIESO | Santa Cruz de Tenerife

Por fin acaba 2012, un año que no recordarán con cariño los aficionados del CD Tenerife. Mañana quedarán atrás 365 días en los que el equipo tinerfeño ha conocido de cerca las miserias y tristezas de la Segunda B.

Comenzó el año con el proyecto deportivo tambaleándose. Calderón no convencía a casi nadie y muchas eran las voces que pedían un cambio de entrenador. El año 2011 concluyó con el equipo ocupando puestos de promoción de ascenso, situado en la tercera posición de la tabla en el grupo I de la Segunda División B. No obstante, no hay que olvidar que se habían encadenado dos descensos consecutivos y que, 25 años después, los blanquiazules daban con sus huesos en la categoría de bronce del fútbol español.

La dirección deportiva, encabezada por Pedro Cordero, decidió apuntalar al equipo. Así, llegaron Aridane Santana, Raúl Llorente y Luismi Loro. Mientras unos llegaban, otros se marchaban: Ezequiel Luna se desvinculó de la entidad y Zambrano se marchó cedido al Zamora FC, equipo de su país.

El año 2012 empezó con goleada para el CD Tenerife y reencontrándose con la victoria lejos del Heliodoro. El Alcalá sucumbió con estrépito ante el club canario (0-4). Sin embargo, la goleada en Alcalá fue un espejismo por un cúmulo de circunstancias y el Tenerife volvió a las andadas en Vecindario, con un fútbol monótono, tedioso y defensivo. Empató a uno en tierra grancanaria, pero la nota más destacada de ese partido fue el regreso a los terrenos de juego, 7 meses después de sufrir una grave lesión, de Sicilia.

Pablo también es uno de los protagonistas de este año que concluye, pues tras acabar el curso 2011-2012, anunció su retirada momentánea. A fecha de hoy, el defensa central sigue inactivo y sin planes de regresar. El domingo 22 de enero se precipitaron los acontecimientos y cayó el primer entrenador de la temporada: Antonio Calderón. Cordero no aguantó una nueva derrota, esta vez ante el Sporting de Gijón B (2-3), y destituyó al andaluz. El relevo era Andrés García Tébar, apodado el polémico, o el breve, según se mire. El manchego llegaba a la Isla avalado por una amplia trayectoria en la categoría, pero tampoco fue la solución que necesitaba el club. A la par, seguían los movimientos propios del mercado invernal: llegó Kike López y se marcharon cedidos Nico, al Guadalajara, y Jesús, al Leganés.
El técnico manchego obtuvo pleno de victorias en sus tres primeros partidos como técnico, dos de ellos en campos difíciles de la Península, Conquense y Coruxo, y ante el Albacete en el Heliodoro, un rival directo y donde los blanquiazules tuvieron que remontar un gol visitante en el minuto 2.

Pero todo cambió cuando a Tébar le dio por sacar su lengua a pasear. Sus declaraciones en las ruedas de prensa provocaron varios incendios dentro del vestuario que le costaron finalmente el puesto. La noticia era esperaba y se produjo el 9 de abril, tras perder en Vigo (3-1). Solo quedaba una bala en la recámara y se llamaba Quique Medina.
El otrora jugador blanquiazul fue el elegido para sustituir a Tébar en el banquillo. El técnico tinerfeño emprendía su segunda etapa en el banquillo, aunque en su primera ocasión fue a modo interina en la transición de José Antonio Barrios y la llegada de Antonio López, en la temporada 2005/2006.

ENDEREZAR EL RUMBO
Medina logró enderezar el rumbo del equipo y alcanzó su primera meta, que no era otra que clasificar al equipo para los playoff. Finalmente, quedó segundo en la tabla el conjunto, solo superado, de forma amplia, por el Real Madrid Castilla, gran dominador del grupo. Los tinerfeñistas tenían que eliminar a tres equipos para lograr el ascenso de categoría.

El CF Badalona fue el primero. El primer encuentro se jugó en el Camp del Centenari el 20 de mayo. Álvaro Zazo salvó los muebles in extremis gracias a un tanto que supuso el empate a uno. La vuelta se celebró en el Heliodoro el 7 días después. Con sufrimiento, los de Medina lograron golear a la escuadra catalana (3-1) y se metieron en la segunda ronda.

Los blanquiazules se quedaron en la orilla tras mucho nadar en el curso 2011-2012

El siguiente rival que deparó el sorteo era la Balompédica Linense. También el primer duelo se jugó lejos de la Isla. Junto al Peñón de Gibraltar, otra vez los visitantes ganaron y dieron un paso de gigante de cara a solventar con éxito la segunda eliminatoria. En un partido marcado por un mal arbitraje, un gol en propia puerta por Pagola ponía en ventaja a los insulares. Además, en la vuelta el Tenerife supo sufrir para acabar venciendo por 3-2 al Linense en el Rodríguez López. En los dos últimos partidos de la temporada, los blanquiazules tendrían a la Ponferradina como rival. Eran la madre de todas las batallas.

Otra vez la dinámica era la misma: primero se jugó el Ponferradina-Tenerife y, posteriormente, el Tenerife-Ponferradina. En suelo del Bierzo cayó el Tete por un escueto 1-0 ante 500 fieles seguidores, que al acabar el partido estaban seguros que se podía dar la vuelta a la eliminatoria en el Heliodoro.

Toda la Isla se conjuró para ello. La afición se volcó. Respondió en un recibimiento inigualable. Tifo a la salida de los jugadores, confiados de que “venceremos” y de que “sí se puede”, pero la realidad fue que no se pudo. El Tenerife cayó derrotado por 1-2, con goles de Yuri, de penalti, y Didac. Al termino del choque, los aficionados pidieron la dimisión del máximo mandatario de la entidad blanquiazul, Miguel Concepción.

Medina y Cervera son los baluartes a los que se agarra la afición para que 2013 sea mejor

Pero no fue el presidente el que se marchó. El cabeza de turco fue el director deportivo, Pedro Cordero. Se abrió un periodo de muchas interrogantes en el club. No había entrenador, ni quien lo eligiese y muchas dudas en cuanto al diseño de la plantilla.

Fue Quique Medina el que cogió el toro por los cuernos y aceptó el reto de planificar la temporada 2012-2013. Eso ocurrió un 29 de junio. Pocos días después, el 3 del siguiente mes, decidió que el entrenador que debía hacerse cargo del equipo era Álvaro Cervera, quién posee un claro pasado blanquiazul. “Era la primera opción que teníamos por la nueva forma en la que encaminaremos el club. Aparte de criarse en la Isla, tiene un vínculo muy especial con el CD Tenerife. Siempre quiso venir como jugador y ahora tiene un reto importantísimo que es entrenarlo. Conoce a la perfección la Segunda División B, ha jugado playoff, ha ascendido a Segunda División A y en base a todo eso decidimos contratarle”, declaró el máximo responsable de la parcela deportiva cuando presentó ante la prensa al ecuatoguineano.
A la par comenzó la planificación de la plantilla. Suso Santana se convirtió en el primer refuerzo de la temporada. Luego llegaron Cristo Martín, Javier Moyano, Íñigo Ros, Jeremy Lempereur y Guillem Martí. Y se marcharon Álvaro Zazo, Jorge Perona, Pablo Sicilia, Kiko Ratón, Rubén Rosquete, Víctor Bravo (aunque posteriormente regresó), Marcos Rodríguez, Kike López, Meji y Razak Brimah.

En pretemporada el equipo creó ciertas dudas, pero otra cosa muy diferente se vio luego en la competición liguero.
El debut liguero aconteció en el estadio del otro equipo tinerfeño encuadrado en el Grupo I. Dos goles de Aridane, uno en cada parte, decidieron un partido histórico entre el CD Tenerife y el CD Marino Tenerife Sur. Tras este triunfo, los futbolistas tinerfeñistas encadenaron trece jornadas consecutivas sin perder, en las que cosecharon ocho triunfos y cinco empates. Sobra decir que es éste el mejor arranque liguero del Tenerife en toda su ya centenaria historia.

El primer tropiezo se produjo ante el Sporting de Gijón B (3-2). Luego llegó otro, esta vez ante el Fuenlabrada (2-0), y un empate en Alcalá (0-0). Todos estos resultados foráneos generaron ciertas dudas en el entorno, aunque otra cosa bien distinta es lo que piensen dentro del club. De hecho, parece claro que más pronto que tarde a Cervera se le ampliará su vínculo, tal y como confirmó el presidente Miguel Concepción en el último acto del club: la Junta General de Accionistas.

Todo esto sucedió en 2012 para el CD Tenerife, otro año para el olvido.