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¿Por qué no Las Breñas? – Por José Miguel Marín González

Se cumple este año el segundo centenario de la separación de los municipios palmeros de Breña Alta y Breña Baja que surge del nuevo mapa de municipios españoles como consecuencia de la Constitución aprobada en las Cortes de Cádiz de 1812. Así pues, en los más de 500 años de españolidad de las islas, ha sido más el tiempo que han estado unidos que el que llevan separados.

En el encuentro de breñuscos de Breña Alta (también los naturales de Breña Baja llevan ese topónimo), que desde hace 14 años se celebra en Tenerife, lancé la idea de empezar a trabajar para en un futuro volver a unir ambos municipios. Tenemos espejos en que mirarnos: sin ir más lejos, los municipios tinerfeños de Realejo Alto y Realejo Bajo se unieron en 1956 para formar Los Realejos, que pienso que es hoy en día uno de los pueblos más importantes de esa isla. Para comenzar a hablar, la unión debe basarse en el respeto, la igualdad y el equilibrio entre ambos municipios.

Sin esconder las dificultades que esta idea supone, podríamos contar con un futuro municipio de unos 50 kilómetros cuadrados de extensión y una población de casi 13.000 habitantes, que en este apartado le convertiría en el tercero de la isla y donde tendríamos la zona turística de Los Cancajos y Bajamar, el Hospital Insular, parte de zonas portuarias y aeroportuarias, áreas con industrias eléctricas y de almacenamiento de combustibles, el parque comercial de La Grama, agricultura de costa y de medianías, bosques de explotación y recreativos, posibilidades de asentamiento de población muy amplias, la zona deportiva de San Pedro, los acuartelamientos de el Fuerte, etcétera.

Si nos paramos a analizar la situación actual, ya tenemos una serie de entidades o servicios que dan cobertura a los breñuscos de ambos municipios, como el centro de salud Las Breñas, el reunificado equipo de fútbol Las Breñas o, el más importante, el IES Las Breñas, al que acuden todos los alumnos de ambos municipios desde que se implantó la Enseñanza Secundaria Obligatoria. No cabe duda de que serán estas generaciones jóvenes (entre las que tenemos a los actuales alcaldes de ambas localidades) las que entiendan y asuman mejor la idea de la unión que aquellos que nos criamos en épocas anteriores donde eran más frecuentes los “piques” ya que tampoco podemos olvidarnos de la rivalidad que en muchos momentos ha existido y para muestra los enfrentamientos entre los equipos de lucha canaria allá por las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo pasado.

Otro dato a resaltar: quienes más distinguen a las dos Breñas son los propios habitantes de ambos municipios, pues para la inmensa mayoría del resto de los palmeros e, incluso, de otras islas, ambos pueblos son conocidos como La Breña o Las Breñas; incluso en los informativos oímos frases textuales como “lluvias en los municipios palmeros de Las Breñas y Mazo”.

Así pues, mi propuesta actual va en el sentido de que se forme una comisión con gente independiente de ambos municipios que se encargarían de hacer un estudio minucioso y serio que concluya las ventajas e inconvenientes que supondría una futura unión. Esas conclusiones se presentarían a todos los vecinos de los dos pueblos, los cuales, mediante referéndum, tendrían la última palabra.

Por último, entenderé que esta propuesta pueda molestar a algunos tanto de Las Breñas como del resto de la isla, pues podrían ver amenazados sus intereses o privilegios. Pero en estos momentos difíciles que se habla tanto de la simplificación de la Administración yo puedo tener un sueño: un municipio palmero llamado Las Breñas. Tendríamos, además de un obispo, dos vírgenes (La Concepción y El Socorro) y cinco santos: San Antonio, San Isidro, San José, San Miguel y San Pedro.

*jmargon50@gmail.com