EUROPA PRESS | Madrid
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado que intentará que no se superen los seis millones de parados, no volver a subir el IVA y eliminar en 2014 el gravamen complementario del IRPF que se creó a finales de 2011, si bien ha advertido de que esas decisiones dependerán de la evolución de los acontecimientos.
“Intentaremos que eso no sea así (superar los seis millones de parados)”, ha dicho Rajoy durante el balance económico del año, donde ha confiado en dar noticias positivas en la última parte de 2013, aunque ha reconocido que quedan “momentos duros”.
A su parecer, hacer pronósticos o intentar adivinar el futuro no tiene sentido, aunque la intención del Gobierno es no volver a subir el IVA y eliminar el gravamen complementario del IRPF tal y como estaba previsto, aunque todo dependerá de la evolución de los acontecimientos.
En su comparecencia extraordinaria tras el Consejo de Ministros, Rajoy ha admitido que hacer pronósticos ahora tiene “poco sentido”, aunque ha recordado que los presupuestos generales del Estado de 2013 no contemplan una subida del IVA.
Rajoy se ha mostrado esperanzado en que no se llegue a los seis millones de parados el próximo año, a pesar de que quedan “momentos duros todavía”.
En cualquier caso, ha expresado su confianza en que en la última parte de 2013 ya haya noticias positivas, “que lo serán más en 2014″.
Asimismo, ha asegurado que la sostenibilidad de las pensiones es un tema “capital” y ha subrayado que más de la cuarta parte del gasto total está destinado a ellas.
El presidente ha reiterado la necesidad de que los cotizantes se jubilen a una edad con arreglo a la ley, ya que últimamente “sólo el 50 % de los jubilados tenía 65 años”.
Rajoy ha afirmado que si el Ejecutivo no hubiera acometido decisiones “duras y difíciles” como la subida de impuestos y la reducción del gasto público, el déficit público se hubiera situado entre el 11 y el 11,5 %.
A este respecto, ha incidido en que todo el mundo reconoce el “enorme y descomunal” esfuerzo hecho para reducir el déficit, máxime en una etapa de recesión y con la financiación “muy cara y difícil”.