D. S. | Los Llanos de Aridane
El pleno del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane se ha hecho eco de la demanda de los vecinos de Las Manchas y aprobó por unanimidad el cambio de denominación del Tubo Volcánico de Todoque por el de Cueva de Las Palomas, como se conocía tradicionalmente este enclave. Una demanda que venía solicitándose desde hace tiempo a través de las redes sociales y que ha conseguido el respaldo institucional, cuando han comenzado las obras del proyecto que convertirá este espacio natural en un núcleo apto para el turismo.
La alcaldesa de Los Llanos de Aridane, Noelia García, consideró “de justicia” realizar esta modificación, matizando que “el cambio de nombre se tiene que hacer cuando no perjudique la financiación ni el proyecto que se está ejecutando”. Además, confió que “el Cabildo también haga caso” a esta solicitud. “Como dicen los vecinos, nunca es tarde para subsanar un error”, agregó.
El tubo volcánico se creó como resultado de la erupción, en 1949, del volcán de San Juan. Unas lavas que, según el acuerdo plenario, fueron conformando en su recorrido “una determinada morfología superficial en la que se desarrollaron tanto túmulos lávicos, construidos bajo la presión hidrostática de la lava cuando corría fundida por el interior, como pequeños microtubos que le confirieron una gran originalidad al conjunto eruptivo e hicieron del mismo, hasta aquel momento, el mas complejo de los pertenecientes al período histórico del vulcanismo canario”.
RAÍZ Y FUENTE DEL ERROR
La Cueva de Las Palomas va desde desde la Llanura de Las Manchas, conocida como El Cercado, hasta el Hoyo de Verdugo. Aseguran que “después del cese del proceso eruptivo y desde el momento en que el descenso de las temperaturas de la lava petrificada permitió su descubrimiento y visitas, entre los residentes y visitantes empezó a denominarse el tubo volcánico como Cueva de Las Palomas, dada la existencia abundante de estas aves en su interior e inmediaciones”.
Añaden que, “pronto fueron visibles en el exterior algunas de las bocas, los populares mampuestos, a modo de pequeñas chozas, desde donde los cazadores esperaban la salidas de las palomas para cazarlas. Con esa denominación popular permanecería durante cuarenta años”.
El informe recoge que el origen del error en la denominación del tubo volcánico procede de la Ley 12/1987, de declaración de Espacios Naturales de Canarias, donde se clasificó como “paraje Natural de Interés Nacional” en el ámbito autonómico.