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Soria cree que el comportamiento del turismo es “relativamente bueno” y que 2012 cerrará con 58 millones de visitantes

AGENCIAS | Madrid

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha señalado en el Congreso que el comportamiento del sector turístico es “relativamente bueno” y que las previsiones, a falta de poco más de 15 días de que acabe el año, apuntan a que el número de visitantes internacionales se sitúe cerca de los 58 millones de turistas, aunque ha reconocido que la caída de la demanda nacional refleja la situación económica que atraviesa la sociedad española.

En respuesta a una pregunta planteada por el Grupo Parlamentario Popular, Soria ha insistido en que el turismo es el “primer sector” de la economía española y aporta 11 de cada 100 euros a la economía del país.

Una vez más, el titular de Turismo ha hecho hincapié en el buen comportamiento de los turistas internacionales, ya que tras registrar año “récord” de llegadas en 2011 con 57 millones de visitantes, España prevé alcanzar los 58 millones de viajeros al cierre de este año.

Este dato, ha lamentado, no se vio acompañado de un impulso del turismo nacional, ha matizado que la caída de la demanda nacional no hace más que reflejar la situación que atraviesa la sociedad española, marcada por un descenso del consumo y de la renta disponible y por una elevada tasa de paro.

Por ello, que la historia del turismo en España siga siendo exitosa como en los últimos 40 años, ha añadido, va a depender de que se puedan hacer cosas y de la capacidad para adaptarse a los profundos cambios que se están experimentando en el sector a nivel internacional, tanto en mercados emisores como en competidores.

Soria ha recordado que prácticamente el 75% del sector turístico español corresponde al segmento ‘sol y playa’, por lo que ha ensalzado la labor del Plan Nacional e Integral de Turismo (PNIT) destacando que ha sido consensuado por las comunidades autónomas y los empresarios, y que busca profundizar en las políticas de promoción, en la diversificación de la oferta turística, tanto cultural, histórica, de deportes o gastronómica, en la reorganización profunda de toda la red de oficinas de turismo en el exterior y en el fomento de la colaboración público privada.