EUGENIA PAIZ | Santa Cruz de La Palma
El presidente de la Comisión insular de la Federación Canaria de Municipios (Fecam) en La Palma, Vicente Rodríguez, ha definido como “lamentable” la situación en la que se encuentran las escuelas infantiles de la Isla, que como las del resto del Archipiélago se han quedado sin un solo euro de financiación regional.
Los alcaldes de los 14 ayuntamientos palmeros ya mantuvieron una reunión con la viceconsejera de Educación del Gobierno de Canarias y con los técnicos para reclamar medidas que puedan permitir la supervivencia de las escuelas infantiles de La Palma, durante años financiada por la Consejería de Bienestar Social y que, en el marco de la crisis, pasó a estar bajo la tutela de la Consejería de Educación, dirigida por José Miguel Pérez.
El responsable de la comisión insular de la Fecam explicó que “la respuesta ante nuestras solicitudes es que no pueden asumir los costes de las escuelas infantiles” y recordó que en el marco de los esfuerzos que algunos ayuntamientos están llevando a cabo para garantizar estos servicios a los ciudadanos se encuentran decisiones como la adoptada por el Ayuntamiento de Puntagorda, de la que es alcalde, que ha dedicado los fondos aportados por el Cabildo palmero en el marco de su Plan Municipal de Infraestructuras y Asuntos Sociales a garantizar la financiación de la escuela infantil durante el próximo año 2013.
La posible comarcalización de las escuelas infantiles para garantizar la supervivencia de unas frente a otras es “inviable”, explicó Vicente Rodríguez, por circunstancias como la distancia entre municipios y el carácter del servicio, que implica el traslado de niños de cero a tres años a otras localidades y que se gestó en su día como un servicio cercano a las familias para garantizar la inserción laboral de las mujeres en el mundo rural.
Vicente Rodríguez se mostró igualmente disconforme con la actitud del Gobierno de Canarias frente al sostenimiento de las escuelas infantiles, que durante los dos últimos años no han recibido fondos regionales y que han pasado a estar sostenidas por las corporaciones locales. Algunos de estos centros educativos para niños de cero a tres años han optado, como solución, por el aumento de las cuotas a las familias.