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Ventana abierta – Por Román Delgado

En este infierno llamado crisis, para algunos crisis pero ya menos; o sea, con el soniquete de los brotes verdes, no hay ventanas a las que asomarse y desde las que divisar paisajes comunes que no estén totalmente incendiados, arrasados, o desde las que escuchar mensajes supremos, distantes de otra insuperable tontería, de miles y miles de tonterías. En la sesión parlamentaria de este jueves, Alpidio Armas, presidente del Cabildo de El Hierro y diputado del PSOE por esa isla, sacó pecho e interpretó, junto a un vecino del PP y a la tardía incorporación repleta de argumentario barato del representante bimbache de AHI-¿CC?, una escena de lo más circense, una quesadilla que de buena que estaba apenas duró en la mesa de los 60 comensales, que tragar, tragan, y con supuesta calidad.

Tras poner en práctica la tontería del veto a los presupuestos canarios, una forma de dejarse ver en marcos televisivos y rodeado de alcachofas y grabadoras, Alpidio se dio cuenta, que tonto no es, de que la quesadilla no alimentaba tanto, pese a ser de las grandes; es decir, que se había acabado su minuto de gloria y que, claro, todo sigue igual: los mismos problemas y las mismas insatisfacciones. Todo igual, amigo. Y por si así no lo había entendido, llamada de teléfono con mensaje gris en su mismo instante de gloria: ¡lo que es la vida! Y es que la desolación habitaba de nuevo en aguas de La Restinga pues asomaba una patera con 43 personas a bordo. Alpidio y el alcalde pepero de Valverde ya se veían mandando en las primeras planas, ¡joder!, y va una barcaza roñosa y lo fastidia todo. Como la vida misma, y siempre peor que una quesadilla. En estos tiempos de desnudez humana sin opción a zurcidos de urgencia, te asomas a cualquier ventana, miras abajo y lo más decoroso que hallas es a una persona que no recoge las cagadas de su perro. Esa misma ventana ofrece otros dibujos y garabatos, incluso peores, pero esos paisajes los dejamos para otro momento. Ahora termino de cerrar mi ventana tras comprobar que al de arriba se le cayó un macetón que reventó en el suelo cual bomba de racimo. Parece que amenaza con otro regalo, que veo cómo caen gotas de agua de Emmasa-Sacyr. No se ha enterado de la lluvia natural. Está en otras cosas; está destruido y en la destrucción masiva. Es bomba de racimo.

@gromandelgadog