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Fragmentos: conectando el presente y el pasado – Por Estrella Ortega

El americano Cuarteto Brentano actuó el 24 de enero dentro del vigésimo noveno Festival de Música de Canarias, en el Teatro Guimerá, con un programa, por cierto muy inteligente, ideado para conmemorar su vigésimo aniversario de fundación.

Se trata de seis compositores contemporáneos completando obras inconclusas de Josquin, Dufay, Bach, Haydn, Mozazrt, Schubert y Shostakovich. El resultado, Fragmentos: Conectando el presente y el pasado.

Se inició con la obra de Charles Wuorinen Marian Tropes, en base a partes del Ordinario de la Misa. Concretamente un Gloria de Josquin Desprèz y un Kyrie de Guillaume Dufay intercalado con algunas interpolaciones de textos marianos que el compositor resuelve con glissandi y éstos mismos al resto de la composición.

Le sigue música de Franz Schubert, dos movimientos del Cuarteto nº 12 en do menor, D. 703 pertenecientes al esbozo de Quartettsatz, que trasmite ambigüedad impregnando gran parte de la obra pero que al mismo tiempo esa inestabilidad conmueve y hechiza por su profunda y sincera sensibilidad. Bruce Adolphe en su obra Fra (nz)g-mentation quiere reflejar fielmente la naturaleza y el objetivo de la pieza. La música esta basada en el segundo movimiento del cuarteto anteriormente mencionado y el principio del título Fra y mentación tiene como significado pensar, por tanto describe el -pensar sobre y reaccionar- fragmento de Franz Schubert. El tratamiento es la liberación a la melodía del patrón rítmico alemán del siglo XIX, y agrupar las notas en patrones rítmicos de 11 notas a modo de versos endecasílabos, todo esto, sin olvidar que la pieza sería interpretada por el magnífico cuarteto Brentano.

Con la música de Bach como faro, Sofía Gubaidulina escribe Reflexiones sobre el tema B-A-C-H . Responde con una desgarradora intensidad, con nuevas figuras que se contorsionan y lamentan, golpes de arco y silencios que colorean dando nueva luz sobre la música profundamente espiritual y enigmática.

Después del intermedio, el Cuarteto en Re menor Op. 103, Hob. III.83 de Josep Haydn. El autor añadió a la partitura: “Toda mi fuerza se ha desvanecido, viejo y débil soy”, a modo de disculpa por no haberla concluido. Dos movimientos gráciles pero dentro de una rítmica simple y con una estructura formal pero trasluciendo solemnidad. John Harbison compone el Finale recreando en términos contemporáneos el constante diálogo en la partitura de Haydn y a la vez el profundo respeto y admiración hacia el consumado maestro.

Stephen Harteke elige lo que parece ser el primer movimiento completo perteneciente a un cuarteto inconcluso de Dimitri Shostakovich. Para el autor supone un reto escribir un fragmento en respuesta a otro fragmento. El título From the Fifth Book (Del quinto libro) pretende formar parte de algo más en un futuro o tal vez ser una vez más promesa. La música de Shostakovich comunica una sensación de inquietud y de preocupación emocional con el carácter de monólogo interior y esa misma idea desarrolla el nuevo fragmento.

Para finalizar, Vijay Iyer como encargado de finalizar el Cuarteto en Mi menor, K. 417d de Wolfgang Amadeus Mozart. El título Mozart Effects (Efectos Mozart) se refiere a un artículo en el que se afirmaba que escuchar a Mozart te hacía más inteligente y del que nuestro escéptico compositor considera una falacia tanto como el intento de concluir una obra de Mozart.
Hacia mucho tiempo que no disfrutábamos tanto en una velada musical, tanto por calidad, frescura y pasión de la ejecución como por el cualificado trabajo de la música presentada.

Quizá pecamos de extensión en este comentario pero es casi una necesidad vital, salir al paso de comentarios escuchados y que demuestra la nula comprensión de alguna parte del público asistente.