EFE | Washington
CientÃficos de la Universidad de Nuevo México (EEUU) han confirmado el hallazgo de un meteorito marciano sorprendente que serÃa el primero procedente de la corteza de Marte y que contiene una gran concentración de agua, lo que podrÃa encerrar secretos sobre la historia geológica del planeta rojo.
Los investigadores han descubierto que este meteorito, que impactó en el noroeste africano, contiene más restos de agua que ningún otro fragmento procedente de Marte, según un comunicado de la Universidad difundido el jueves.
La muestra data de hace 2.100 millones de años, cuando Marte se encontraba al comienzo de una era que ha marcado la geologÃa reciente del planeta vecino, conocida como Amazónica.
El meteorito, nombrado NWA 7034 (por North West Africa), tiene similitudes con otros proyectiles hallados en la superficie terrestre procedentes de Marte, por ejemplo, en la composición del conocido como carbono orgánico.
No obstante, el NWA 7034 sigue siendo una pieza única ya que, como explicó en el comunicado el coautor del estudio Andre Steele, del laboratorio geológico de la Carnegie Institution, “su textura y su composición es como ninguna otra”.
Los investigadores consideran, basándose en datos de misiones que han aterrizado en Marte, que el meteorito interactuó con la atmósfera marciana hace unos 2.100 años, lo que explicarÃa su abundancia de agua, unas 6.000 partes por millón.
“Lo más interesante es su alta concentración de contenido en agua, lo que significarÃa que hubo interacción de la roca con agua en la superficie, tanto por el magma volcánico, como por el impacto de cometas durante esa época marciana”, indicó Steele.
El meteorito está compuesto por fragmentos de basalto, roca formada con lava enfriada, con feldespato y piroxeno, “probablemente procedente de actividad volcánica”.
“Esta composición es común en muestras lunares, pero no de meteoritos marcianos”, indicó Steele.
Los investigadores mantienen que la quÃmica del meteorito sugiere que proviene de la corteza o del manto superior de Marte, algo nunca visto hasta el momento por los cientÃficos.