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MIGUEL ÁNGEL GARCÍA > DIRECTOR DE ESTRATEGIA DE BANCA MARCH

“Los bancos no somos los malos de la película”

   

Miguel Ángel García - Banca March

Miguel Ángel García, durante la entrevista. / FRAN PALLERO

MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

Banca March es una entidad atípica. Se trata del único banco español de propiedad familiar, fundado en el año 1926 por Juan March Ordinas, en Palma de Mallorca. En un momento en el que la solvencia es un valor incalculable, Banca March es la entidad líder en Europa, según los últimos test de estrés de 2010 y 2011. Precisamente, su valor está un modelo estratégico de negocio centrado en Banca Privada, Grandes Empresas y Banca Patrimonial, y muy focalizado en empresas familiares y familias empresarias, así como en rentas altas. En Canarias lleva más de 30 años, con 42 oficinas.

-¿Son tan malos los bancos?

“No somos tan malos. Cuando una entidad toma precauciones para recuperar el dinero prestado es porque está recuperando el dinero que le han dejado de otro lado. Lo que hacemos es curarnos en salud porque el dinero que estamos prestando es de otras personas. Mire usted, estamos en una situación económica muy mala, y entiendo que no estemos bien vistos, pero es cierto que se ha llevado una política un poco ligera a la hora de la concesión de créditos. No se calcularon bien los riesgos, y ahora, tenemos un problema de morosidad muy alto, superior al 11%”.

-Y esto es culpa de…

“Pues yo diría que de no haber sido muy cautos a la hora de dar los préstamos y de la mala situación económica en general. Los bancos no son malos, sino que defienden sus intereses”.

-Entiendo que no son ONG pero, ¿no cree que la situación se les ha desbordado?

“Reconozco que hubo una época de gran liquidez, con intereses muy bajos, donde las cosas no se hicieron bien, pero a nadie se le puso una pistola en la cabeza para ir a un banco a pedir un préstamo y dedicarse a ser promotor. En la época gloriosa cualquiera se metía a promotor. Hacían una casita, y en vez de capitalizarse, volvía al banco a pedir otro crédito, y hacía dos, después 8, después 20, y al final 5.000. Los bancos tienen parte de responsabilidad, pero no son los malos de la película”.

A nadie se le puso una pistola en la cabeza para pedir un crédito y ser promotor

-Y, ¿por qué no quieren la dación en pago?

“Nosotros, como Banca March, no hemos tenido estos problemas, al igual que con las preferentes, pero es cierto que si se llegase a cambiar la legislación y se establece la figura de la dación en pago, cambiarían las reglas del juego y, entonces, si quieres un préstamo te lo voy a dar sobre el 40% del valor de la vivienda, a cinco años, y al 12% de interés. Y no es que el banco sea malo y no quiera dar crédito, es que tiene que cubrirse las espaldas. Porque, precisamente, una de las cosas que ha pasado es esto: ha habido ligereza a la hora de dar los préstamos y no se han estudiado bien los riesgos. Pero es muy socorrido ser el malo de la película”.

-¿Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y ahora estamos pagando las consecuencias?

“Bueno no es tan sencillo, lo que ha ocurrido es más complejo. Hemos asistido a un proceso de burbuja económica con una política de tipos de interés que no se decide en España y que ha sido excesivamente baja. La zona centro europea, especialmente Alemania, lo estaba pasando mal y entonces el Banco Central Europeo (BCE) decide bajar los tipos de interés para reactivar esta zona. ¿Que pasó? que los países de la periferia, o sea España, no estaban tan mal y se encontraron con unos tipos absolutamente inadecuados, lo que aceleró la economía. Cuando esto ocurre, lo normal es que los tipos suban y se reduzca el gasto público con la finalidad de pagar la economía. A esto hay que añadir que el Gobierno no vio que se estaba sobreacelerando la economía y no redujo el gasto público sino todo lo contrario: animó una política de expansión del gasto público con unos tipos de interés bajísimos para el ciclo en el que estaba la economía. Y a partir de ahí, empezó todo. Hemos tenido un nivel de actividad económica brutal: mucha generación de empleo porque era necesario para atender a la fortísima actividad económica, y poco a poco nos vamos encontramos con que las posibilidades de mantener todo esto desaparecen. Mire usted, es como si una familia se endeuda todos los años un 10% de lo que gana. Llegará un momento en el que no pueda hacer frente ni a los intereses de la deuda. Nos hemos metido en una espiral que está donde está, aunque podemos estar cerca del final, sobre todo porque el nivel de deterioro de la economía española ha bajado”.

-Pero porque no podemos deteriorarnos más…

“No, siempre se puede ir a peor. Pero las medidas que se han tomado han ayudado”.

-Por ejemplo…

“Pues una reforma laboral que ha bajado los costes laborales. También se está saneando el sistema financiero, que ha dejado de prestar dinero, y se le está quitando el problema inmobiliario y se está capitalizando, con la finalidad de cumplir su función, que es la de dar préstamos a particulares y empresas. Se está importando menos y exportando más y mejorando la imagen de España, al tiempo que los inversores recuperan la confianza y ganan credibilidad. No veo brotes verdes porque aún hay un problemón con el paro, pero como le dije antes, la velocidad de deterioro de la economía española es menor, por lo que tenemos que ser optimistas”.

Si se introduce la figura de la dación en pago, cambiarán las reglas del juego

-Es complicado…

“Sí. Pero tenemos un sector turístico muy fuerte, la empresa se está internacionalizando, disponemos de unas infraestructuras excelentes además de una mano de obra bien formada. Hay motivos para la esperanza, aunque ahora parezca que no salen los números. Incrementar el grado de pesimismo no tiene mucho sentido”.

-¿Qué es lo que ha salvado a Banca March?

“Yo creo que el modelo de empresa familiar. La morosidad de la banca esta por encima del 11%, y nosotros la tenemos por por debajo del 5%. Hemos sido más prudentes a la hora de conceder créditos y ahora estamos recogiendo los frutos”.