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Los recortes dejan un solo punto de encuentro familiar en Canarias

Centro de Atención a la Familia de Las Veredillas
El Centro de Atención a la Familia de Las Veredillas ha facilitado cerca de 20.000 encuentros desde 2005. / DA

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

Concebidos como herramientas de normalización de las relaciones de familias desestructuradas y con problemas judiciales, los puntos de encuentro ofrecen los servicios de profesionales que garantizan la seguridad y el bienestar del menor y facilitan el apoyo psicológico, si lo precisan, y técnicas y herramientas para la resolución de conflictos en el ámbito familiar.

Hasta hace apenas un año, en Canarias había cuatro centros de estas características, dos de ellos en la provincia tinerfeña. Ahora, la crisis y los recortes emprendidos por las administraciones amenazan con eliminar un servicio que sólo en la isla de Tenerife atiende a cerca de 200 familias y unos 250 menores.

Según explica a este periódico el director del Centro de Atención a la Familia de Santa Cruz de Tenerife, Raimundo Moreno, el pasado día 2 de enero se confirmó el cierre del punto de encuentro de La Orotava, una vez se certificó que la Consejería regional de Políticas Sociales eliminaba dos partidas de 42.000 y 67.000 euros destinadas al mantenimiento del mismo, por lo que “es imposible continuar con la labor que se venía desarrollando hasta ahora”. “Asistía a unas 30 familias, que suponían una media de 80 visitas al mes y unas 2.000 personas atendidas al año. Además, había dos trabajadores contratados a tiempo parcial”, subrayó Raimundo Moreno, quien explicó que “solo nos informaron por teléfono unos días antes, y la única explicación que nos dieron es que no había dinero para la subvención que nos había prometido la Dirección General del Menor”.

El cierre del punto de encuentro de La Orotava puede no ser el único, ya que la disminución en las partidas que recibe el Centro de la Familia de Santa Cruz puede provocar un “caos” en el servicio a corto plazo. “No sabemos cuánto tiempo más podrá mantenerse abierto, porque también ha perdido una parte de su financiación, lo que nos ha obligado a reducir personal”, manifestó a este periódico su director, quien recordó que el centro ubicado en Las Veredillas ha atendido a más de 700 expedientes y ha facilitado cerca de 20.000 desde el año 2005. “En la actualidad, tenemos 90 familias en activo y más de 30 en lista de espera. Como las familias que estaban en La Orotava también han solicitado venir ahora al centro de Santa Cruz, tendremos que ponerlas en lista de espera, pero no sabemos cuándo podremos ofrecerles el servicio, y puede que pasen más de seis meses hasta que sean atendidas”, arguyó Raimundo Moreno, quien dejó claro que “cerrar los puntos de encuentro supone vulnerar derechos esenciales, porque la propia Constitución y la Convención de Derechos del Niño de las Naciones Unidas exigen que los menores se relacionen con sus padres”. “En muchos casos, al tratarse de familias desestructuradas o con problemas judiciales, el punto de encuentro es el único lugar donde pueden verse”, aseveró Moreno, que criticó que Canarias sea una de las pocas comunidades que no tiene una ley específica que regule los puntos de encuentro”.

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ALGUNAS CLAVES

¿Qué son los puntos de encuentro?
Se trata de centros que garantizan la seguridad y el bienestar del menor, y constituyen una alternativa de intervención temporal orientada a la normalización del régimen de visitas, hasta que desaparezcan las circunstancias personales que motivaron la necesidad de este recurso o que los progenitores asuman sus responsabilidades a la hora de cumplir acuerdos relativos al régimen de comunicación o estancia con sus hijos.

¿A quién se dirigen?
Van destinados a familias que durante o después del proceso de separación tienen dificultades para mantener la relación entre ellas; o bien cuando las circunstancias personales del progenitor no custodio aconsejan la supervisión de estos encuentros; o cuando el progenitor que tiene la custodia se opone a facilitar la relación del niño con el otro progenitor. También están pensados para hijos que están separados de sus padres con medida de protección de acogimiento familiar.

¿Cómo funcionan?
Todos los casos atendidos en el punto de encuentro familiar son derivados de los juzgados a través de una resolución judicial. Una vez remitida, desde el servicio se procede a realizar una entrevista a las partes implicadas y a los menores, para conocer las peculiaridades del caso y el conflicto por el que han sido derivados. Una vez recibido y estudiado el protocolo de derivación, se da comienzo al régimen de visitas, que puede ser supervisado dentro del propio servicio o sin supervisión.

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