EUGENIA PAIZ | Santa Cruz de La Palma
El colectivo de trabajadores del Parador Nacional de Turismo de La Palma no ha logrado el objetivo de que la empresa pública Paradores garantice sus puestos de trabajo. Tras una larga batalla, nueve de los algo más de 30 empleados siguen sin saber si se irán a la calle. Así lo han afirmado fuentes sindicales, que destacaron que tras el cierre de las negociaciones con la empresa pública “aceptar sus condiciones fue la solución menos mala que teníamos”.
Así las cosas, los trabajadores no sabrán hasta dentro de un mes si son ellos algunos de los afectados por los despidos que llevará a cabo Paradores Nacionales de España, que ha dejado tal decisión en manos de una comisión de seguimiento del Expediente de Regulación de Empleo, que finalmente ha decidido, sin revelar quiénes serán, que se producirán algo más de 300 despidos en toda España.
Tanta es la presión y la incertidumbre de los trabajadores del Parador Nacional de Turismo de La Palma, en el término municipal de Breña Baja, que algunos se han acogido al Expediente de Regulación de Empleo voluntariamente para cobrar sólo cinco días más de indemnización que los que pudieran ser despedidos dentro de un mes.
El secretario general del sindicato Unión General de Trabajadores, Antonio Martell, lamentó que la empresa haya hecho oídos sordos al argumentario de los trabajadores palmeros, que en más de una ocasión han recordado la rentabilidad de esta instalación turística y que consiguieron el respaldo del grupo de Gobierno en el Cabildo, que sacó adelante una moción, con el voto en contra del PP, instando a la paralización del ERE que podría afectar a una cuarta parte de la plantilla. Desde el grupo de Gobierno han tratado de apoyar a este colectivo de trabajadores, algunos de los cuales llevan en la empresa más de 30 años. Tanto la presidenta del Cabildo, Guadalupe González Taño, como el vicepresidente, Anselmo Pestana, recordaron semanas atrás el trabajo de dinamización del turismo y de recuperación del patrimonio histórico que siempre ha realizado esta instalación en la Isla, que ha conseguido poner en valor aspectos del patrimonio cultural insular, como la gastronomía, y con una indudable rentabilidad económica.