Tras siete días de restricción, los 3.000 afectados pueden beber agua

El populoso barrio de Toscal-Longuera fue una de las zonas más afectadas. / MOISÉS PÉREZ

LUIS F. FEBLES | Los Realejos

La Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias levantó ayer la restricción en el consumo de agua en los núcleos realejeros de La Romántica I y II, El Marqués y Toscal Longuera tras más de siete días. Durante este tiempo, unos 3.000 vecinos no pudieron beber ni hacer uso del líquido elemento como consecuencia de las lluvias torrenciales acaecidas la noche del 24 de diciembre.

La presencia de turbidez en el agua provocó la recomendación de no utilizarla y para ello, la empresa responsable del suministro, Aquare, colocó para los afectados cubas con cerca de 12.000 litros, de las cuales solo se consumieron 1.000 litros. Tras días de espera y cierto desasosiego, los análisis de turbidez y de bacteriología practicados en las muestras dieron como resultado que el agua es apta para el consumo humano.

El concejal de Servicios, Domingo García, se mostró satisfecho por la solución del problema aunque aseguró que “próximamente se reunirá el grupo de Gobierno para saber si existen o no responsables en lo sucedido”. Además, “desde ayer conocíamos que ya la turbidez regresaba a los niveles óptimos, mientras que para la confirmación de la prueba bacteriológica hubo que esperar 48 horas”, dijo.

En esta línea, el responsable municipal manifestó a este periódico que pese a la recomendación de no beber agua del grifo, “muchos vecinos hicieron un uso de la misma, más si cabe, cuando en un vaso no se percibía prácticamente nada de turbidez ; nosotros advertimos y seguimos el protocolo de actuación correspondiente, que fue dictado por la autoridad sanitaria”.

Por último, el alcalde realejero, Manuel Domínguez, pidió disculpas a la población que se haya visto afectada por esta incidencia ajena, generada a raíz de las lluvias de la pasada Nochebuena.

El Ayuntamiento de Los Realejos informó en todo momento de lo sucedido a través de su web municipal, megafonía móvil por las calles y las redes sociales para que los residentes conocieran las incidencias ocasionadas en cada momento. Los responsables políticos esperan que no se repitan infortunios de este calibre.