Los vecinos de Teno gestan una manifestación popular

Los caseríos de Teno Alto son zonas afectadas por el fuerte paro. / MOISÉS PÉREZ

LUIS F. FEBLES | Buenavista del Norte

Están cansados, hartos del desamparo y con ganas de hacerse oír. Los vecinos residentes en el Parque Rural de Teno, en Buenavista del Norte, ante la tasa de paro, las pocas ayudas que reciben para su desarrollo como comunidad, y el creciente despoblamiento, acercan posturas para una “casi segura” manifestación.

El objetivo es claro: que el Cabildo de Tenerife favorezca este rincón y no haga oídos sordos a las demandas de cerca de 1.000 habitantes que no quieren que su entorno se convierta en un “pueblo fantasma”. Aunque todavía no se ha concretado el lugar ni la hora, las asociaciones de vecinos de El Palmar y La Portelas, en colaboración con la Sociedad de Agricultores de Tenerife (SAT), han organizado reuniones para buscar consenso y trazar las líneas de actuación ante una previsible protesta popular. Mientras tanto, han llevado a cabo una recogida de firmas en aras a ponderar y completar las medidas de presión a poner en marcha.
Desamparo

Una de las vecinas afectadas manifiesta a este periódico que “lo ideal es un desarrollo local pero que implique a la población. A veces nos presentan iniciativas de pocos meses que no tienen futuro para todos los que vivimos en la zona; cansa que nos desplacen al ostracismo”.

Por su parte, el alcalde de Buenavista, Antonio González Fortes, entiende las quejas y la preocupación de los damnificados. “La gota que colmó el vaso fue la última convocatoria de empleo impulsada por la Corporación insular en la que no se le dio prioridad a este rincón”, sostiene.

El grupo de Gobierno de Sí se puede ha realizado diferentes iniciativas en dicho lugar, pero la gestión completa no es responsabilidad del Consistorio buenavistero.

Cabe señalar que el Parque Rural de Teno, con una superficie de 8.063 hectáreas, comprende los caseríos de Masca; Los Carrizales; El Palmar; Las Portelas; y Teno Alto.

Estos cinco núcleos intentan luchar contra uno de los fenómenos que más fuerte está sacudiendo a muchos rincones rurales: el éxodo en busca de empleo.