J.L.C. | Santa Cruz de Tenerife
A pesar de que hace justo una semana la consejera de Políticas Sociales del Gobierno de Canarias, Inés Rojas, aseguraba que su departamento suscribirá un convenio con Cáritas Diocesana de Tenerife que “contribuirá a salvar varios de sus proyectos”, a día de hoy los responsables de los mismos continúan sin saber si finalmente podrán reiniciar la actividad que estaban prestando hasta la fecha, porque no saben con certeza cuándo recibirán los 120.000 euros que prometió la consejera regional.
Por eso, y a la espera de poder reanudar el servicio, el Centro de Día Materno Infantil Chaxiraxi, destinado a madres jóvenes de entre 14 y 30 años con hijos de hasta 3 años y futuras madres en estado de gestación; y el piso Puente Atacaite, un espacio de acogida para mujeres e hijos en situación de exclusión, permanecen cerrados. Mientras, la Casa Atacaite, que en la actualidad acoge a más de una veintena de personas, continúa en proceso de desalojo, algo que según sus responsables es “muy complejo”, ya que en Canarias no existen recursos de este tipo.
Algo similar ocurre con el proyecto Lázaro, dirigido a personas con VIH/sida que no tienen hogar y que viven en situación de vulnerabilidad social. De los doce residentes que vivían en la casa ubicada en Finca España, sólo queda una persona que todavía no ha podido ser derivada a ningún otro centro o albergue, aunque varios trabajadores han tenido que ser despedidos por falta de presupuesto.
Según exponen desde Cáritas, para que ambos proyectos -Atacaite y Lázaro- sean viables, serían necesarios 320.000 euros, de los que ahora apenas cuentan con los 120.000 que prometió la Consejería de Políticas Sociales y otros 8.000 que concedió el Ayuntamiento de La Laguna. La entidad humanitaria continúa manteniendo conversaciones con distintas administraciones públicas y empresas privadas, y la propia consejera Inés Rojas se comprometió a mediar con algunas entidades bancarias, con el objetivo de asegurar la continuidad de estos proyectos, que se iniciaron hace dos décadas. Como publicó este periódico, los recortes de más de un 63% han dejado a Cáritas Diocesana de Tenerife al borde del abismo, a pesar de lo cual tanto la Consejería de Sanidad como otros organismos de la Comunidad Autónoma continúan derivando pacientes a sus recursos.