San Bartolomé es un municipio canario situado en el centro de la isla de Lanzarote, en una vega protegida por los Morros y la montaña de Guaticea, al oeste, y por la Montaña Mina, al este. La historia de los asentamientos en este lugar se remonta, como corroboran algunos yacimientos arqueológicos, a la época prehispánica. Los antiguos aborÃgenes, maxos, la llamaban aldea de Ajei. El actual San Bartolomé se fundó en el siglo XVI. A pesar de ser el segundo municipio más pequeños de Lanzarote, con sólo 40,77 kilómetros cuadrados, y no tener muchos kilómetros de costa, disfruta de algunas de las mejores playas de la isla, entre Playa Honda y Guasimeta. El turismo es la actividad económica principal del municipio desde hace veinticinco años. Allà se encuentra el aeropuerto internacional de la isla, llamado Guasimeta, que recibe un gran número de vuelos diarios procedentes de las otras islas y de las principales ciudades europeas. El boniato es la producción agrÃcola más importante del municipio y da nombre a los actuales 18.487 habitantes, como batateros. Cerca del pueblo de Mozaga se encuentra el centro geográfico de la isla, representado simbólicamente por el Monumento al Campesino, del genial César Manrique, como homenaje a los agricultores de la isla. Al lado, se puede visitar la Casa Museo, que permite conocer la historia de la agricultura insular, los aperos y otras herramientas tradicionales que aún hoy, en algunos casos, se siguen utilizando. La pequeña aldea de Ajei ha sobrevivido a la llegada de los normandos, primero, y del resto de los europeos después, que siguieron viniendo, no ya como conquistadores, sino como turistas, conquistados por la belleza de sus paisajes y la fina arena de sus playas. Y superará también la crisis económica que asola a las islas y al resto de Europa y ha disminuido el número de visitantes y su poder adquisitivo, porque hay cosas que nunca cambian, el paisaje, el soleado clima durante todo el año y la amabilidad de una gente abierta y acogedora, que sabe hacer sentir como en su casa a los visitantes extranjeros, de paÃses lejanos, a los españoles y a los canarios del resto de las islas. San Bartolomé saldrá antes de la crisis que otros pueblos no turÃsticos, por el incipiente tirón exterior, que ya comienza a notarse en un incremento del número de turistas que lo visitan y el aumento del gasto medio que realizan en los comercios, restaurantes y locales del municipio. El mayor reto de futuro de la antigua Ajui y de toda Canarias es cómo compaginar y aprovechar el posible petróleo cerca de Lanzarote y Fuerteventura, sin perjudicar el que siempre será el principal sector económico y el que más empleo genera del archipiélago, el turismo. Y como contestan los gallegos, cuando les preguntan por las leyendas sobre las meigas, habelas hailas, hay formas para hacerlo.
* Presidente Federal del CCN, Abogado, Economista, MBA, Diputado en el Parlamento de Canarias
@ignaciogonsan