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La balsa de La Caldereta, la obra hidráulica más polémica

   

La balsa, que ya está siendo utilizada por la comunidad de regantes, no ha sido recibida por el Cabildo. / DA

La balsa, que ya está siendo utilizada por la comunidad de regantes, no ha sido recibida por el Cabildo. / DA

EUGENIA PAIZ | Fuencaliente

La balsa de la Caldereta, en Fuencaliente, se ha convertido por méritos propios en la obra hidráulica más controvertida de la Isla. Frente a las dudas que planean sobre la idoneidad de su ubicación, expuestas no solo por la oposición del Partido Popular en la institución insular, sino por la Comunidad de Regantes y la opinión de algunos expertos, el consejero de Agricultura, César Martín, ha reconocido que “todas las partes pensamos que la ubicación no es la mejor, no es la más deseable”.

Pese a todo, la balsa está prestando servicio desde hace algunas semanas a los agricultores del municipio sureño después de la ejecución de un proyecto que se ha prolongado durante tres años como resultado de un modificado y con una inversión próxima a los 3,5 millones de euros. Aunque la obra está concluida el Cabildo se niega a recibirla en tanto la unión temporal de empresas que ha realizado los trabajos no cambie una válvula que “está dando problemas”.

César Martín, frente a la polémica reavivada por las reiteradas preguntas en pleno del Partido Popular, recuerda que la ubicación no fue escogida por los técnicos, sino “por la propia Comunidad de Regantes de Fuencaliente”, aunque “tiempo más tarde, cuando ya estaban adquiridos los terrenos y el proyecto elaborado e incluido en el convenio de obras de regadío entre el Gobierno de Canarias y el Cabildo palmero, los regantes plantearon algunas dudas. Fue entonces cuando les explique que si cambiábamos la ubicación perderíamos una inversión que no sabía cuánto tiempo tardaríamos en recuperar”.

Y es que en las fechas en las que los regantes cambiaron de decisión sobre el lugar escogido por ellos inicialmente, y que se mantuvo pese a los inconvenientes, comenzaban a ponerse en cuestión algunas inversiones por los primeros efectos de la crisis económica que sigue, más que nunca, vigente.

César Martín asegura que “no conozco ningún informe negativo sobre su ubicación” y recordó que “gracias al embalse se han abaratado los precios del agua para los agricultores de la zona y permite además traer agua del norte de la Isla”.