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Bruselas logra más poderes para vigilar las cuentas

   

Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión Europea. | E.P.

Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión Europea. | E.P.

EUROPA PRESS | Bruselas

La Comisión Europea tendrá más poderes para vigilar los presupuestos nacionales de los Estados miembros e incluso pedir cambios si detecta desviaciones importantes respecto a los objetivos de ajuste fiscal de cada país, según el acuerdo alcanzado este miércoles por la presidencia irlandesa de la UE y la Eurocámara.

“Se ha logrado un avance decisivo que permitirá un nuevo refuerzo significativo de la gobernanza económica en la eurozona”, se felicitó el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, que anunció que espera aplicar ya las nuevas reglas en el ejercicio presupuestario 2014.

La legislación en cuestión completa el nuevo marco reforzado de disciplina presupuestaria del que se ha dotado la eurozona para tratar de prevenir nuevas crisis de deuda.

El pacto ha sido posible, tras casi un año de negociaciones, gracias al compromiso del Ejecutivo comunitario de poner en marcha un grupo de sabios independientes -formado por juristas, economistas, expertos en gestión de deuda y mercados financieros, que se encargará de examinar la viabilidad de crear un fondo de amortización de la deuda y euroletras en la eurozona.

Esta era la exigencia de la Eurocámara para aceptar un mayor refuerzo de las reglas de disciplina fiscal en la eurozona. No obstante, Alemania, con el apoyo de países como Holanda o Finlandia, se opone a cualquier tipo de mutualización de la deuda, alegando que quitará presión a los países en crisis para hacer las reformas necesarias. El grupo de expertos presentará sus conclusiones antes de marzo de 2014, pero éstas no tendrán carácter vinculante.

“La Comisión Europea examinará el informe y, si le parece apropiado, hará propuestas antes del final de su mandato”, explicó Rehn.

El vicepresidente económico también se comprometió ante la Eurocámara a presentar antes de que acabe el año un mecanismo de coordinación previa de las reformas estructurales de los países de la eurozona y un instrumento para dar apoyo financiero a los países que hagan las reformas estructurales que reclama la Unión Europea.