Asà lo leÃa el pasado viernes en Iglesia Nivariense, la revista mensual de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna.
Anotaba que las obras de reposición de las bóvedas de la Catedral de La Laguna se encuentran aproximadamente al 65% del total estimado.
A dÃa de hoy, la estructura de las tres naves centrales está prácticamente terminada. De igual forma, sucede con las bóvedas que conforman las capillas laterales.
En estos momentos se está trabajando en la girola. En este punto, se tiene casi la mitad del deambulatorio y una parte del presbiterio terminado.
Además, en la capilla de Los Remedios ya está concluido el doble del encofrado de la primera bóveda que, una vez fundido, se reutilizará en la ejecución de los dos módulos restantes.
Asimismo, se está empezando a montar el encofrado de los arcos del cimborrio que sustentarán el tambor, la cúpula y la linterna.
La Comisión de Seguimiento de las Obras de la Catedral está pendiente de concretar una nueva reunión para evaluar la marcha de los trabajos y para planificar la recta final de las mismas.
Una vez terminados los trabajos de reposición de las bóvedas, quedarán pendientes, aún sin proyecto y sin plan de financiación, otras tareas como colocación de pisos, pintura del edificio, instalación de megafonÃa y electrificación del templo.
Surge siempre la misma reflexión ante la finalización de la obra de la Catedral: ¿Qué sucederÃa si no hablásemos de restaurar la Catedral lagunera, sino fuese la Almudena madrileña?
Una respuesta, bien sencilla. Si el templo a adecentar fuese el que habita en la Capital del Reino, la preocupación de nuestro Ministerio serÃa otra.
Constan los viajes, reuniones, y coordinaciones que nuestro Obispado y Ayuntamiento han mantenido en ese Madrid, también nuestro. Pero aún guardamos la duda de cuándo veremos finalizada la obra definitiva de la Catedral.
Mientras, el reclamo turÃstico que significa -ingresos por ello- y el valor cultural y religioso que implica siguen menguados por la inoperancia de un gobierno que radica en Madrid, para el que somos muy lejanos.
La Catedral además de ser lugar de culto, también es punto de visita inigualable para miles de turistas. Eso se traduce en dineros, ahora necesarios.
Pero a Madrid esto no le importa mucho.