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Condenado a 84 años por asesinar a un hombre y apuñalar a nueve más en Ibiza

EFE | Palma

El ciudadano marroquí Mohamed El Badoui ha sido condenado a una pena total de 84 años y 6 meses de prisión como autor de un delito de asesinato consumado y nueve en grado de tentativa por matar a un hombre y apuñalar a otras nueve personas en Sant Antoni de Portmany (Ibiza) en febrero de 2011.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Palma, dictada el pasado martes y hecha pública hoy, precisa que el máximo efectivo de cumplimiento de la pena de prisión no podrá exceder los 25 años y fija además el pago de una indemnización 410.000 euros por las lesiones y la secuelas que dejó a las víctimas.

Hace unos días, el tribunal del jurado declaró culpable a este hombre, de 44 años, y la Audiencia ha fijado ahora la pena.

Durante el juicio, el acusado aseguró que no recordaba nada de lo que ocurrió el 23 de febrero de 2011, cuando salió del hostal Marí de Sant Antoni, en el que se alojaba, y acudió a un supermercado donde apuñaló a tres personas, luego a una tienda de ultramarinos donde acuchilló a un matrimonio conocido suyo, y posteriormente continúo hiriendo a más personas en la calle.

El Badoui hirió a un total de diez personas, una de las cuales, un hombre con quien tenía una buena relación, murió en el hospital a causa de una grave herida.

«Era un día negro para mí, como si fuera otra persona. Nunca había pensado en quitar la vida a ningún ser vivo. Era como si un demonio estuviera en mi cuerpo. Pido disculpas a todas las personas que hice daño», dijo el hombre durante el juicio.

En total, los delitos que han sido considerados probados son un asesinato consumado, nueve asesinatos en grado de tentativa, un delito de atentado, otro de daños y dos faltas de lesiones a dos guardias civiles.

La sentencia considera probado que el acusado arremetió de manera sorpresiva e inesperada contra el empleado de una tienda de ultramarinos con «ánimo de causarle la muerte» y le seccionó la yugular, a causa de lo cual falleció días después.

Luego se dirigió a otro supermercado y, sin mediar palabra, hirió con su cuchillo a dos empleados más, un hombre y una mujer, y a otra mujer que estaba allí.

Posteriormente, continuó sus agresiones en un locutorio telefónico y en la calle, hasta herir a un total de diez personas, de manera «súbita y sorpresiva» y con «intención de causar la muerte» a sus víctimas.

La sentencia señala también que cuando iba a ser detenido, el condenado esgrimió el cuchillo que llevaba con ánimo de menoscabar la integridad física de los agentes que intentaban detenerle, a quienes les asestó varios golpes con un palo de madera que llevaba.