Rastros de purpurina, retales sin dueño. Una de sombreros por aquí, otra de boas de colores en la esquina de allá. Recoger y volver a sacarlo todo, que el disfraz no está listo. Gomaespuma para la base, maquillaje para la cara. Medir y medir (con un centímetro de más o de menos, da igual, que es Carnaval). Mallas fluorescentes, así, para llamar la atención. Y a unir. Dios, que se me olvidó comprar el pegamento…Qué te digo, qué te cuento…, que el disfraz de esta noche no está listo y ha de ser el mejor. Hoy, la última noche de este Carnaval. Y no fueron pocas las semanas que han ocupado estas fiestas, no. Con muchas ganas lo esperábamos, de día y de noche. Niños vestidos de superhéroes con ansias de convertirse en el disfraz que llevan, con sus poderes y todo. Llegó la feria, llegaron los paponazos. Ay, los paponazos…
Qué buenos que están… Pero bueno, sigo, no he acabado. Un “¿qué pasó, tío?” al ver a un amigo; los tantos “¿de qué vas disfrazado?”, por mucho que te lo hayas currado. Perritos calientes a altas horas de la mañana. Churros con chocolate, sin dudarlo. Y a la cama, que mañana es otro día, con otro maquillaje o polvos talco para disfrutar de nuevo. En esta ocasión, para mí fue maquillaje: indiano frustrado al habla… Pero como adelantaba antes, esta época tan colorida ya termina por este año. Heladeros, cocineras, beneméritas y demás personajes llenaban las calles de Santa Cruz de Tenerife en estas últimas semanas. Así, en un chasquido de dedos, el Carnaval se va. Las calles se recogerán de confeti y demás olores para volver a la normalidad, donde las máscaras se cuelgan hasta dentro de un año (aunque más de uno se las deja puestas…). Máscaras más o menos coloridas, claro… ¡Ojo, todo eso tras esta noche! Aún queda. Y por quedar, hoy, sábado, tengo un plan claro: me espera el parque García Sanabria. Bollywood como temática del Carnaval. Me apetece estar envuelto en un ambiente carnavalero mezclado con mi cultura. Cultura hindú y mi querido Carnaval. Buena mezcla de color, música, baile, ritmo…, ¡y comida! Voy a ir aflojándome el cinturón, que los masala dhosa, los samosas y los mithai me esperan… Barriguita llena, corazón contento, para que esta última noche sea la mejor de este carnaval. Por cierto, ¿nos vemos en la Weyler?