X
Guía de Isora >

De la huerta directo a la cocina

   

Hortalizas Himeche

Héctor Morales, con su furgón donde lleva las cajas de verdura que reparte a domicilio. / N. DORTA

NICOLÁS DORTA | Guía de Isora

De la huerta a la cocina; esa fue la máxima del agricultor Héctor Morales cuando vio que su finca de tomates tenía los días contados ante la imposibilidad de salir adelante por medio de la exportación de este cultivo, que tantos puestos de trabajo dio en el pasado. Pero todo está en continuo cambio y Héctor ha decidido probar suerte vendiendo verduras y hortalizas directamente a domicilio, sin descartar los mercadillos. “A la gente hay que ofrecerles lo que quiere y hemos pensado que puede ser un servicio más cómodo llevarle la verdura a su domicilio y, a la vez, contribuir al consumo de productos locales, pues el 90% de lo que comemos viene de fuera”, sostiene.

Héctor acaba de comenzar pero ya tiene algunos clientes, tanto en el Sur como en el Norte de la Isla. Los pedidos se pueden hacer a través de Internet, por teléfono o bien consultando en  facebook.com/hortalizas.himeche. “Ahora no solo debo gestionar la finca sino también el tema de las redes sociales”, afirma Gómez.

Este joven se ha puesto manos a la obra, cambiando la manera de ver la agricultura, estableciendo cultivos sin productos químicos añadidos salvo los imprescindibles, con la filosofía ecológica, aunque todavía espera el sello de calidad. “El bicho se come al otro y así evitamos venenos innecesarios, utilizando también el compost, aunque todos eso requiere un trabajo”, dice.

Las verduras de Héctor salen de un terreno de 90.000 metros cuadrados, de su finca en Himeche, antes plantada en su mayoría de tomates y ahora con variedad, preparada con riego automático que pudo comprar cuando eran buenos tiempos. “Hay mucha finca en el municipio de Guía de Isora vacía con unas muy buenas instalaciones, simplemente he cambiado la manera de cultivar porque no nos queda otra”, asegura.

Para poder llevar a cabo este proyecto emprendedor, este agricultor ha firmado un convenido con el Ayuntamiento de Guía de Isora y contratado, o conveniado, con cinco personas (en el pasado tenía alrededor de 20 con la finca de tomates) que trabajan diariamente en la huerta y realizando las entregas a domicilio.

“Llevamos poco tiempo pero la cosa está ahí, hasta que nos vayamos haciendo con clientes fijos, consigamos un sello, acondicionemos mejor las cajas, de cara a la imagen”, afirma. Para estas personas los dos primeros meses “han sido duros”, comentó Morales, pues al preparar el cultivo “no hay beneficios, pero poco a poco se va consiguiendo algo”, indica.

Los gastos de mantenimiento de las fincas y el porcentaje que se llevan los trabajadores hace que por ahora los beneficios sean justos “pero iremos creciendo”, afirma. De las hortalizas disponibles, a precios razonables, se encuentran el tomate de ensalada mediano y pequeño, tomate cherry, berenjena, pimiento italiano, pimiento de Padrón, calabacín (o bubango), habichuela y calabaza. Asimismo, ya están sembrados la lechuga americana, col roja (lombarda) calabacín zuccini y col cerrada. Igualmente hay sembradas cebollas, zanahorias, perejil, cilantro, beterradas y otros productos de temporada.

“Por ahora tenemos esos productos y los nuevos estarán próximamente entre mitad de febrero y marzo en los domicilios”, dice el propietario de la finca. El precio mínimo por pedido es de ocho euros.

FORMACIÓN PARA EL SECTOR

Cabe citar que existen otras explotaciones agrícolas dedicadas a la agricultura ecológica que también “llevan tiempo vendiendo” productos a domicilio, una tendencia que va en aumento o se está fomentando, asegura el responsable de Desarrollo Local, Héctor Gómez , quien añade que este tipo de acuerdos con propietarios de fincas dibujan un escenario de formación y posterior profesionalización en el sector.

“Nuestra idea es formar a través de un técnico municipal experto en agricultura ecológica a todas estas personas interesadas y luego llevar a un acuerdo con propietarios de fincas”, dice Gómez. Dependiendo de los casos, el propietario y el agricultor en formación pueden llegar a diversos convenios.

El edil asegura que la idea es aprovechar los recursos en agricultura del municipio y “establecer estrategias laborales viables” en este sector. “Lo interesante es que las fincas abandonadas o que necesiten acondicionarse se vuelvan a reactivar, y dar oportunidades a aquellas personas que necesitan un empleo, para que apliquen los conocimientos en agricultura de cara al futuro”, añadió Héctor Gómez.