EUROPA PRESS | Madrid
Marruecos quiere acordar con España el establecimiento de algún mecanismo de control que permita a las autoridades del reino alauà hacer un seguimiento de los niños dados en acogida a familias de nuestro paÃs, ha informado en una entrevista con Europa Press el ministro marroquà de Exteriores, SaaedÃn el Otmani.
Se trata, entre otras cosas, de vigilar que estos niños no sean convertidos al cristianismo y mantengan sus nombres y apellidos originales hasta que alcancen su mayorÃa de edad, tal y como establece la legislación marroquà bajo la cual fueron dados en acogida.
En marzo de 2012, apenas unos meses después de la llegada al Gobierno de los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo, los procesos de acogida de niños marroquÃes abandonados por parte de familias extranjeras comenzaron a paralizarse, después de que las autoridades alauÃes introdujeran como requisito nuevo la obligatoriedad de los padres interesados en la acogida de residir en Marruecos.
La adopción como tal no existe en la legislación marroquÃ. Existe la ‘kafala‘, propia del mundo islámico, que permite a una persona hacerse cargo del cuidado, la educación y la protección del niño, sin necesidad de adoptarlo ni asumir la patria potestad.
La ‘kafala’ implica un compromiso para hacerse cargo de la protección, educación y manutención de un niño abandonado, pero no confiere el derecho a la filiación ni a la sucesión. Muchos paÃses del mundo islámico prohÃben la adopción al defender que el vÃnculo jurÃdico de la filiación puede tener únicamente un origen biológico.
En septiembre de 2012, el ministro marroquà de Justicia, Mustafá Ramid, envió una circular a los fiscales para que paralizasen aquellos procesos iniciados por padres extranjeros que no fuesen residentes en Marruecos, alegando que una vez que los niños salen del paÃs es difÃcil hacer un seguimiento del menor.
La legislación marroquà exige que los padres que acogen sean musulmanes, o convertirse si no lo fueran, y les obliga a respetar el nombre y apellidos del niño, asà como su nacionalidad y religión hasta la mayorÃa de edad. Además, el juez que haya concedido la ‘kafala’ en teorÃa debe hacer un seguimiento del menor para comprobar que estos requisitos se cumplan, pero esto en realidad no se hacÃa.
El Otmani ha precisado a Europa Press que el requisito de residencia en Marruecos de las familias interesadas en acoger a un menor no está recogido de manera “explÃcita” en la ley, sino que se trató más bien “de una interpretación” de la norma que hizo el titular de Justicia.
“Lo que realmente quieren las autoridades marroquÃes –ha insistido– es algún mecanismo que les posibilite seguir cómo va ese niño”. Que les permita “controlar, verificar que ese niño tiene una situación normal en cuanto a educación, psicologÃa y salud” tanto cultural como religiosamente hablando, ha añadido.
En este sentido, ha señalado que serÃa “deseable” que se produjeran contactos entre los departamentos de Justicia de ambos Gobiernos “para proveer mayor información” a las familias afectadas, en torno a unas 44 españolas con expedientes de acogimiento abiertos.
Estas familias enviaron recientemente sendas cartas al Rey Juan Carlos y al monarca alauÃ, Mohamed VI, pidiendo su intercesión en este tema. En opinión de El Otmani, “no es muy apropiado” solicitar su mediación antes de haber agotado “otras vÃas”.
A estas familias el ministro les recomienda que se dirijan a los juzgados correspondientes en Marruecos para resolver sus casos si pueden “garantizar” que cumplirán con los requisitos que establece el régimen de la ‘kafala’.