MARTÍN-TRAVIESO | Santa Cruz de Tenerife
Taz Yassin. / DA
Con apenas 17 años, Taz Yassin (en Instagram, tazshapes) está subido en la cresta de la ola. Su nombre ya se identifica en Australia, Hawai y California, las grandes cunas del surf mundial. Sin embargo Taz no es un surfista. Él se dedica a fabricar tablas. Es el shaper con más futuro del planeta y es tinerfeño.
Su historia es curiosa. Con 10 años empezó a surfear, pero un día se perforó el tímpano y tuvo que estar 6 meses alejado del agua. Antes había encontrado unas tablas en la basura y se dedicó a arrlegarlas. Justamente fue ahí cuando se dio cuenta de que su verdadero hobby era fabricar y reparar tablas. El dinero que ganó lo empleó en comprarse herramientas y material, con lo que empezó a fabricarlas por su cuenta. “He aprendido yo solo, a base de consultar libros, vídeos en internet y con gente que he podido hablar. En Tenerife hay dos fábricas pequeñas, pero no me han dejado entrar”, afirma Tarek, ques es su verdadero nombre.
El costo de sus tablas asciende a unos 180 euros y luego las vende por 350 euros, aunque eso aquí en Canarias, donde solo trabaja para amigos o para mejorar sus diseños. “El margen de beneficio de cada tabla no es muy grande, pero los surfers compran bastantes, ya que solo suelen durar en buen estado en torno a un año. Por eso siempre están comprando nuevas”, explica el joven, que reconoce con orgullo que “mis tablas se han vendido en todo el mundo y ahora las vendo en el lugar al que voy”.
Se queja de que, a pesar de que vivimos en unas islas, “en Canarias estamos muy limitados, desde los materiales que se emplean, que todo se importa de fuera, hasta la manera de pensar del cliente”, por lo que “aquí trabajo poco, ya que paso gran parte del año viajando. En 2012 me pasé tres meses en Australia, también tres en la península y otros tantos en California. Cada fábrica te invita a trabajar si le interesa tus tablas”.
Sin embargo para llegar a ese nivel, Tarek primero tuvo que demostrar ante los mejores que llegará muy lejos en este mundillo. En marzo del año pasado fue a una competición, que se celebró en California, en la que quedó entre los tres mejores del mundo, lo que lanzó al estrellato su popularidad. Pero aún está empezando. “Aún no he tenido la suerte de trabajar con los mejores surferos del mundo, ya que la mayoría tienen contratos exclusivos con grandes firmas, por lo que habría que pagarles 20.000 euros para que usasen mis tablas”, explica. No obstante, Gony Zubizarreta y Jonathan González, dos de los mejores surfistas europeos en la actualidad, ya han ‘cabalgado’ un buen número de olas con una tabla trabajada por Taz.
Emplea cinco días en fabricar una tabla, pero ahora, por la enorme cantidad de pedidos que tiene, tarda más de dos meses.
Sus aspiraciones las podemos situar en los más alto de la mayor ola que podamos imaginar. “Quiero ser el mejor del mundo y que el que ahora es el número 1, trabaje para mí en el futuro”, dice este joven tinerfeño lleno de ilusión y consciente de que tiene un exitoso porvenir.