Una reunión del Consejo de Gobierno, con Javier González Ortiz y Francisca Luengo, en primer término. | DA
DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife
Los acuerdos entre el Gobierno regional y el Partido Popular ya están cocinados. Ahora falta servirlos en bandeja a la sociedad canaria. Una vez cerradas, el 28 de febrero, las tres mesas sectoriales y después de que Paulino Rivero y Asier Antona se reunieran de manera discreta, los negociadores dedican estos días a preparar el calendario de manera que la hoja de ruta esté lista entre esta semana y la próxima para empezar a aplicar “cuanto antes” las medidas urgentes.
Aunque fuentes conocedoras de las conversaciones recalcan que todo marcha sobre ruedas, es posible que haya surgido algún escollo en el camino. En cualquier caso, puntualizan, los obstáculos no son insalvables por muy importantes que sean.
El jefe del Ejecutivo y el secretario general del PP en las Islas se vieron el pasado jueves por la tarde en la sede tinerfeña de la presidencia del Gobierno, después de la cita de Antona con los alcaldes canarios de su partido y antes del encuentro de Rivero con una delegación de la patronal CEOE. Sin focos mediáticos, tal como se habían comprometido desde el principio, el optimismo y la prudencia fueron espectadores de excepción. Y a ellos se remiten los interlocutores. “El ambiente es bueno”, insisten.
De hecho, las discrepancias han sido aireadas por personas que no han participado directamente en el diálogo bilateral. Primero fue el secretario general de CC, José Miguel Barragán, quien puso en duda la credibilidad del PP canario tras la votación de las propuestas de resolución en el debate sobre el estado de la nación. Posteriormente, los diputados del PSOE del Dolores Padrón y Manuel Fajardo denunciaron que la oposición mayoritaria, y principal grupo del Parlamento, estaba poniendo palos a las ruedas del carro. “Ha presentado una moción de censura encubierta”, se quejaron en referencia a una proposición no de ley en la que se acusa al Gobierno de incumplir el Estatuto de autonomía y se insta a acometer las reformas imprescindibles para combatir la crisis económica de forma “efectiva”. Ayer, el secretario de Organización de los socialistas canarios, Julio Cruz, suavizó el discurso y cargó la “irresponsabilidad” en la espalda de José Manuel Soria. “A Dios rogando y con el mazo dando”, declaró el ministro en 7.7 Radio.