tribunales >

La acusada del asesinato de su amante exculpa a su marido y señala al presunto sicario

EUROPA PRESS | Almería

La acusada de planear junto a su marido y una tercera persona el asesinato de su amante en Níjar (Almería) ha negado tanto su participación como la de su esposo en el crimen y ha señalado directamente al procesado A.M.L., quien, según ha afirmado ante el jurado popular a pregunta del fiscal, llegó al paraje rural en el que ella se había citado clandestinamente con la víctima y «sin más, le encañonó, le disparó y le mató directamente».

«Como iba a hacerle daño si le quería y cómo iba a planear para luego ir a contarlo a la Guardia Civil», ha asegurado a preguntas de las defensas C.C.A., quien ha exculpado en todo momento a su marido, J.J.G.S., a quien el fiscal atribuye la «idea original» para acabar con la vida de la víctima, de 25 años, debido a una «fuerte animadversión» derivada de una deuda económica y de la infidelidad. «Nunca lo supo y no es celoso», ha dicho.

La acusada, de 37 años y tres hijos en común con J.J.G.S., ha relatado que a las 12,20 horas del 21 de marzo de 2010 se citó con la víctima, J.A.C.R. en el camino de El Acebuchal que une las pedanías nijareñas de Campohermoso y de San Isidro, el lugar habitual para sus encuentros y en el que, según ha afirmado, se presentó el tercer acusado que «perseguía desde hacía tiempo» a la víctima «creo que por una cuestión de dinero».

C.C.A., que ha roto a llorar en dos ocasiones a preguntas del letrado que defiende a su marido y de su abogada al final de una declaración de más de tres horas y tras un receso en mitad de su testimonio, ha afirmado que A.M.L. disparó en dos ocasiones contra J.A.C.R. y que luego la amenazó.

«Me asusté, pensaba que me iba a matar a mi o a mis hijos», ha argumentado para responder a porqué no llamó a una ambulancia y decidió en su lugar, según su versión, ir a casa, despertar a su marido y «huir a Almería», donde denunció los hechos ante la Guardia Civil. Asimismo, al ser preguntada sobre si su marido la convenció para participar en el plan, ha afirmado: «Ni él, ni miles de personas podrían convencerme de hacerle eso a la persona de la que estaba enamorada».

La Fiscalía y la acusación particular han señalado a la procesada en su alegato inicial como cooperadora necesaria en el asesinato de J.A.C.R. y han subrayado que, «sin su colaboración como gancho no se hubiese producido el hecho». En esta línea, han apuntado que su intervención para la ejecución del plan «conjunto» fue «fundamental» ya que, por un lado, atrajo a su amante a la supuesta emboscada y por otro «proporcionaba una coartada».

A la espera de que preste declaración el miércoles el marido, en prisión, su letrado ha esbozado la misma línea de defensa y ha insistido en que no existen pruebas que lo sitúen en el lugar del crimen o indiquen su participación. Al tiempo, ha subrayado que el matrimonio no se ha roto y ha apuntado al «dinero» como móvil, al igual que la abogada de C.C.A., quien ha resaltado «que de lo único que es culpable» su patrocinada es de la «infidelidad».

La defensa de A.M.L., a quien el fiscal considera el autor material de los disparos con una escopeta de cañones recortados, ha trasladado al jurado popular que admitió durante su primera declaración los hechos «porque estaba amenazado de muerte» por el matrimonio pero que fue hasta el Camino El Acebuchal «engañado». «Cuando se dio cuenta, no intervino» y fue J.J.G.S. «quien disparó». «Esto no se hace contra cualquiera, se hace a alguien que te ha hecho un mal», ha remarcado para exculparle.

La Fiscalía, que interesa para los tres procesados penas individuales de 22 años de prisión y en el caso de los dos hombres, además, 18 meses de cárcel por sendos presuntos delitos de tenencia ilícita de armas, sostiene que A.M.L aceptó presuntamente colaborar con el matrimonio y «consintió en atentar» contra la víctima con un arma después de que le ofreciera 20.000 euros «por dispararle».

Mientras, J.J.G.S., «con el fin de asegurarse un encuentro con J.A.C.R. por la noche y en un lugar despoblado», habría dicho a su esposa que «conocía su infidelidad» y la habría convencido para que traicionase a su amante y sirviese de cebo citándose con él».

Según recoge el escrito de acusación, al llegar al lugar, el hombre le dijo a su esposa que llamase a la víctima desde un móvil de prepago y se ocultó presuntamente junto a A.M.L. detrás de unas chumberas «portando guantes de látex» para esperar la llegada de la víctima, a quien habría disparado en dos ocasiones el segundo. Apunta, asimismo, que la mujer fue la encargada de deshacerse de los objetos que podían incriminarles.