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ENRIQUE TOSTE | Los Realejos

Formar, enseñar y educar. Bajo estas tres premisas, el colegio Nazaret, ubicado en Los Realejos, lleva a cabo una serie de ambiciosos proyectos con el objetivo de cambiar el mundo actual gracias al esfuerzo y a la dedicación diaria de sus 500 alumnos. Estos últimos han sido participes de una revolución tecnológica con la integración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (las TIC) al modelo educativo vigente, que gira en torno a la autonomía y a la solidaridad natural del estudiante.

Para tal fin, el centro se ha dividido en dos grupos. Por un lado, los alumnos de Educación Primaria han desarrollado un proyecto denominado Design for Change, una iniciativa nacida en la India, cuyo objetivo es ofrecer a niños y jóvenes la posibilidad de poner en práctica sus propias ideas para cambiar el mundo partiendo de su propio entorno.

Por su parte, los estudiantes de Secundaria han llevado a cabo un trabajo comunitario (workshop) de enfoque social y talleres creativos donde han tenido la posibilidad de colaborar y hacer algo por los demás de una manera totalmente altruista.

Un grupo de alumnos, liderado por la directora del centro, ideó la herramienta. / MOISÉS PÉREZ

Un grupo de alumnos, liderado por la directora del centro, ideó la herramienta. / MOISÉS PÉREZ

Una de las iniciativas pioneras fue la liderada por la propia directora del colegio, Mónica Ferré, que comandó a un grupo de veinte alumnos con la intención de crear un iBook como guía turística del municipio, que se puede descargar de forma gratuita desde iTunes, un formato para navegar y organizar música, películas u otros contenidos.

El proyecto lleva el nombre Los Realejos, ¿te vienes? y desde que salió a la red por primera vez, el 18 de febrero, ya ha registrado cerca de 50 descargas. “Un verdadero logro, puesto que a penas le hemos dado publicidad”, comenta la directora del centro.

Esta guía recoge los principales atractivos turísticos del municipio. Desde las fiestas tradicionales, como los fuegos y las cruces de mayo, hasta sus senderos, como es el caso de Rambla Castro, que adquiere un gran protagonismo gracias a una amplia exposición fotográfica del lugar. El clima, las zonas de ocio, la restauración y la hostelería también están presentes en esta guía virtual.

“Debido al escaso tiempo que tuvimos para realizarla no pudimos crear una edición en otros idiomas, como inglés o alemán”, reconoce la docente. Sin embargo, cree que ello “no será un impedimento para dar a conocer Los Realejos en la Península, como destino más cercano”.

Este tipo de iniciativas intentan cambiar el modo de ver el entorno y hacer evolucionar a los estudiantes de modo que se conviertan en agentes de transformación social, puesto que “hacemos una educación en valores” subraya Ferré.
El iBook es sólo un ejemplo de todos los numerosos proyectos de carácter sociocultural impartidos por los profesores durante el curso.

“Debemos formar a un estudiante acorde al siglo XXI y consciente de la importancia de las TIC y de sus aplicaciones en la sociedad” afirma. Al mismo tiempo, “las TIC te permiten generar un tipo de recursos y posibilidades ideales para la comodidad del estudiante” añade la directora.

EJEMPLO DE INNOVACIÓN

Sin lugar a dudas, este centro del Norte de Tenerife es un verdadero ejemplo de innovación porque, entre otras cosas, cuenta con un claustro de profesores entusiasmados con este tipo de educación, que intenta fomentar las capacidades de los alumnos a través de este tipo de propósitos que van acorde a los tiempos. Porque tecnología y educación van de la mano en busca de mejorar el lugar en donde vivimos.

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VOLCADOS CON LA INICIATIVA

Fueron 20 los estudiantes que quisieron poner el nombre de Los Realejos en el punto de mira internacional. Todas las ideas salieron de las mentes de estos intrépidos jóvenes que con Ipad en mano recorrieron las calles y los lugares más emblemáticos de la localidad en busca de instantáneas e informaciones que les permitiera lograr una guía turística eficiente. Con este instrumento tecnológico pudieron documentar de forma gráfica sus impresiones. “Desde el primer momento tenía claro que quería formar parte del proyecto”, afirma uno de ellos a este periódico. María Dóniz, una de sus compañeras, apunta que “poder trabajar con las nuevas tecnologías y además haber hecho algo positivo para nuestro entorno hace que me sienta muy realizada”.

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