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Belmaco todavía tiene mucho que revelar

   

Los investigadores Navarro Mederos y Tejera Gaspar visitaron ayer el yacimiento arqueológico. Muestra de algunos restos encontrados tras el derrumbe que ocasionaron las lluvias torrenciales. | D. S.

Los investigadores Navarro Mederos y Tejera Gaspar visitaron ayer el yacimiento arqueológico. Muestra de algunos restos encontrados tras el derrumbe que ocasionaron las lluvias torrenciales. | D. S.

DAVID SANZ | Mazo

El temporal que azotó la isla de La Palma la semana pasada provocó daños en una pared de Belmaco, que dejó al descubierto un importante hallazgo arqueológico en uno de los principales yacimientos prehispánicos de Canarias. Hasta La Palma se desplazaron ayer dos de los principales especialistas de Canarias en esta materia, Juan Francisco Navarro Mederos y Antonio Tejera Gaspar, para valorar el descubrimiento fortuito de esta estratigrafía desconocida hasta ahora en Belmaco, acompañados por el arqueólogo palmero Jorge Pais, la consejera insular de Cultura, María Victoria Hernández, y la alcaldesa de Mazo, Nieves Lady Barreto. El yacimiento más antiguo de Canarias tiene todavía mucho que decir sobre el pasado prehispánico de la Isla.

Navarro Mederos destacó que las abundantes lluvias dejaron al descubierto “un paquete estratigráfico muy potente, de tres o cuatro metros, que no se parece en nada a la estratigrafía que conocíamos hasta ahora de Belmaco”. Este nuevo hallazgo permitirá, según explicó el arqueólogo, realizar una nueva investigación en este parque arqueológico con el fin de arrojar luz sobre “qué fue exactamente Belmaco, para qué sirvió y qué cosas se hicieron aquí”.

Y es que las excavaciones que se hicieron en este espacio, en distintas campañas, datan de la década de los sesenta y setenta del siglo pasado, para las que “utilizaron unas técnicas y procedimientos de análisis que hoy en día están superados por otras muy avanzadas que quizá nos permitirán obtener muchísima más información de la que en aquel momento se obtuvo”.

En esta línea, considera imprescindible que se lleve a cabo una “investigación arqueológica de urgencia, muy localizada, que nos permita obtener esa información y que evite que ese paquete que está al descubierto se desplome por efectos de la erosión”. Hasta ahora, han podido constatar la existencia de una “serie de estratos totalmente distintos a lo que se conocía, que era una alternancia de capas de carbón, cenizas, suelo, que aquí es diferente”.

Restos de cerámica hallados en Belmaco. | DA

Restos de cerámica hallados en Belmaco. | DA

Jorge Pais detalló que los restos encontrados son de cerámica, un núcleo de un basalto vitrio muy bueno tipo oxidiana, que “es rara porque en La Palma sólo aparece en las cumbres, en los bordes de La Caldera, es decir, que la tuvieron que traer de allí, y un huesito de cabra o de oveja de meses, que estaba quemado, y que también son raros”.

Pais mostró su confianza de que encontrarán cerámica de la fase uno, es decir, de la más antigua, ya que los estudios hechos en la zona hasta ahora solo han arrojado restos de la dos.
“Estamos hablando de un poblamiento formado por los primeros habitantes que llegaron a la Isla; hay pocas cuevas que reúnan las condiciones de habitabilidad de Belmaco”. Cabe recordar que la fecha más antigua que se ha contrastado de población en La Palma data del 2000 o 2200 A.C., lo que hace prever que la cueva de Belmaco se usara desde el inicio del poblamiento de la Isla hasta la conquista.

ESPACIO RELIGIOSO
Tejera Gaspar destacó que un hecho “negativo”, como fue el destrozo que ocasionó la riada en este barranco, se puede transformar en algo positivo, dejando al descubierto “un aspecto arqueológico totalmente desconocido que puede enriquecer lo que ya conocíamos”.

“A mí me queda la duda de que este yacimiento podía haber tenido al mismo tiempo una función de vivienda, pero también otro carácter de tipo religioso; porque está asociado con las aguas; con grabados rupestres, que son elementos simbólicos muy importantes, además de tener el Teide en posición de frente”, explicó Tejera.

Todo ello dota de singularidad a este yacimiento. “No hay nada igual con estas características en La Palma”, además de la importancia que tiene al ser “el primero que llega a conocerse en la arqueología canaria”.

[apunte]“Garantizar la conservación es prioritario”
Tal y como adelantó DIARIO DE AVISOS, las riadas que se produjeron en el barranco de Belmaco en el temporal de finales del año pasado, pusieron de manifiesto el riesgo que sufre la conservación de este importante yacimiento prehistórico. El Cabildo, en colaboración con el Consejo Insular de Aguas, ya había estudiado una serie de medidas para tratar de evitar que cada vez que se produzcan lluvias torrenciales, el agua desplace abundante material que pone en serio peligro la conservación de este parque arqueológico.

Paradójicamete, han sido las intensas lluvias recientes las que han abierto una brecha importante para seguir profundizando en el conocimiento no sólo de este emplazamiento, sino también del conjunto de la cultura sobre el pasado de las Islas.

La consejera insular de Cultura, María Victoria Hernández, garantizó que ante “un tema tan serio como es Belmaco, el presupuesto prevé partidas genéricas y el Cabildo va a actuar inmediatamente, y espero que el Gobierno canario colabore, haya que parar lo que haya que parar”.

Sobre el nuevo hallazgo, Pais indicó que “hay que hacer una actuación urgente, que es limpiarlo todo porque cuanto se empiece a secar seguramente se venga abajo.”

Limpiar la oquedad que se ha formado permitirá que quede a la luz una estratigrafía vista. “La idea es aprovechar todo ese trabajo para recoger muestras y obtener dataciones de carbono 14, palinología, carbones, cementología, etcétera”. Los restos que se vayan encontrando se expondrán en el mismo parque arqueológico.[/apunte]