EFE | Las Palmas de Gran Canaria
La Guardia Civil ha desmantelado en su puesto de Corralejo (Fuerteventura) una trama mafiosa con nueve agentes implicados que se dedicaba al tráfico de drogas y que cometió torturas, detención ilegal y amenazas, entre otros delitos, para amedrentar y cubrir sus actividades ilÃcitas.
La Delegación del Gobierno en Canarias y la Comandancia de Las Palmas han hecho público hoy el balance de la denominada operación ‘Botavara’, de la que ya se conocÃa que habÃa permitido la detención de cinco guardias civiles en Fuerteventura el 21 de febrero tras llegada a la isla de una patera cargada con hachÃs.
Esos cinco guardias, que hoy se encuentran en prisión, formaban parte del autodenominado Grupo 7 -como el de la pelÃcula de Alberto RodrÃguez-, la cabeza de una banda organizada en la que están implicados otros cuatro funcionarios del cuerpo y once personas ajenas a las fuerzas de seguridad, según ha informado el coronel jefe de la Comandancia de Las Palmas, Ricardo Arranz.
El grupo cayó cuando dos de sus integrantes fueron sorprendidos mientras recogÃan parte del cargamento de una narcopatera que encalló en la playa majorera de El Cotillo en la madrugada del 20 de febrero con una tonelada de hachÃs a bordo, pero ya estaba sometido a investigación desde finales de 2012, en una diligencias tuteladas por el Juzgado de Instrucción número 2 de Arrecife (Lanzarote).
A los miembros de este grupo, con una estructura “piramidal” y “perfectamente jerarquizada”, se les imputan delitos de tráfico de drogas, detención ilegal, contra las garantÃas constitucionales, torturas, amenazas y coacciones, falsificación de diligencias policiales y omisión del deber de perseguir el delito, entre otros.
“Es decir, un elenco del Código Penal. Quedan pocos delitos sin tocar”, ha reconocido el jefe provincial de la Guardia Civil.
La operación sigue bajo secreto de sumario, por lo que solo se han hecho públicos los detalles que el juez ha autorizado a revelar.
La delegada del Gobierno, MarÃa del Carmen Hernández Bento, ha subrayado que esta operación es “especialmente dolorosa” para la Guardia Civil, por el papel en esta organización delictiva de nueve de sus funcionarios, pero también ha felicitado al cuerpo por haberse comportado de modo “ejemplar” para investigar lo ocurrido.
“Demuestra la seriedad del cuerpo, que no ha tenido ninguna duda en detener a sus miembros implicados. Son nueve, pero recuerdo que la Guardia Civil está formada en Canarias por 3.791 efectivos. Por lo tanto, representan un 0,2 por ciento. Es un hecho puntual, aunque importante”, ha señalado Hernández Bento.
La Guardia Civil sospecha que este grupo tenÃa conexiones con bandas de narcotráfico de Marruecos -paÃs del que procedÃa tanto el hachÃs aprehendido como dos de los once civiles arrestados- y que no solo se dedicaba a introducir en Canarias grandes cantidades, sino que también participaba en la distribución de la droga al menudeo.
El coronel Arranz ha precisado que uno de los agentes detenidos ya fue investigado por el departamento de Asuntos Internos del cuerpo mientras estuvo destinado en Tenerife, por hechos similares a los ahora destapados, pero que entonces no se pudieron acreditar.
Además, ha señalado que el “Grupo 7″ era una organización “importante” en la delincuencia en Fuerteventura, “muy importante” en el caso del norte de la isla, y que tenÃa amedrentados a buen número de ciudadanos y a otros miembros de la propia Benemérita.
“Se veÃan muy seguros, eran muy prepotentes”, “la gente les tenÃa miedo”, ha señalado el jefe de la Comandancia de Las Palmas.
La Guardia Civil está revisando todos los atestados en los que participaron los agentes detenidos, porque tiene indicios de que cometieron varias irregularidades destinadas a aparentar ante sus jefes eficacia y buen desempeño policial, en unos casos, y a cubrir sus actividades ilÃcitas y a amedrentar a otras personas, en otros.
Ricardo Arranz ha rehusado revelar detalles al respecto, pero sà ha confirmado que se les acusa de haber detenido de forma ilegal a personas con antecedentes por narcotráfico o delitos contra la propiedad para favorecer las actividades ilÃcitas del grupo.