X
juicio con jurado > muerte de un irlandés ahogado en 1996 (costa de tenerife)

Las dos hermanas testifican que el inglés tiró por la borda al irlandés

   

Los padres de la víctima, ayer en el Palacio de Justicia. / KARL MCLAUGHIN

Los padres de la víctima, ayer en el Palacio de Justicia. / KARL MCLAUGHIN

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Las dos hermanas inglesas que aquel 7 de noviembre de 1996 viajaban en el Albatros, el barco de recreo que realizó una travesía marítimo-etílica que se saldó con el ahogamiento de un joven irlandés, señalaron ayer al acusado, un joven inglés, de ser quien tiró por la borda a la víctima.

Esta declaración está marcada por la polémica dado que no fue hasta 11 meses después de los hechos cuando las dos hermanas, que en aquella época contaban con apenas 14 y 17 años de edad, cambiaron su versión para acusar a quien esta semana es juzgado por supuesto homicidio por la Sección Sexta de la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife.

La mayor fue la primera en declarar en una sesión, la segunda de la vista oral, que se antoja clave para la suerte de este proceso. Sin que le temblara el pulso y aunque cayera en alguna contradicción, vino a explicar que su hermana vio al acusado lanzar por la borda a la víctima, tal y como le confirmó el propio inglés en una visita que les hizo al día siguiente y en la que les recomendó guardar silencio. Sobre los motivos sobre los que decidieron cambiar su declaración, se mostró firme en explicar una y otra vez que era una carga demasiado pesada sobre sus conciencias.

Por su parte, la hermana pequeña -tal y como informa Efe- declaró que vio cómo el sospechoso lo lanzaba al mar, así como que que al día siguiente se lo confesó a ella y a su hermana.

Tras coincidir con su pariente en que entonces no dijeron nada por “miedo a las consecuencias”, detalló que se encontraba hablando con el acusado en la parte posterior de la cubierta cuando la víctima se les acercó borracho y, antes de que ella pudiera reaccionar, el sospechoso lo cogió por las rodillas y lo lanzó al agua.

La testigo confirmó que el acusado lanzó un salvavidas y que luego quiso quitarse la ropa para ir a rescatar a la víctima, aunque ha asegurado que no cree que fuera a tirarse de verdad.

Detalles de la demora

Poco a poco se van conociendo detalles de por qué este proceso se ha dilatado -casi 17 años- en el tiempo. No en balde, hasta en tres ocasiones se dictó sobre el mismo su sobreseimiento, pero tanto la acusación particular como la pública lograron revocar tal medida de archivo de la causa.

Las tres ocasiones, según se detalla en un libro del entonces abogado de la familia de la víctima (Pedro Ripol), fue el juzgado de Granadilla el que lo intentó, con fechas del 22 de noviembre de 1996 y del 28 de julio de 1997 y una no determinada entre 1999 y marzo de 2000. Lo más llamativo es que Ripol se jubiló, la familia de la víctima se enteró por la prensa y ya no está personada.