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HIPOTECA JOVEN > ENTRE 800 Y 2.000 AFECTADOS

La letra pequeña del Gobierno

   

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

AFECTADOS HIPOTECA JOVEN CANARIA

Aniaga, Victoria, Félix, Idaira, Luz, Elena, Marta y Heriberto. / DA

Elena y Heriberto tenían 35 años cuando, en 2009, decidieron hipotecarse porque el Gobierno canario les prometió una subvención de 10.000 euros para comprar una casa con el programa Hipoteca Joven. “Nos dijeron que en seis meses nos llegaría, así que pedimos prestado ese dinero a un familiar para que el préstamo fuera menor, pero a día de hoy no nos ha llegado esa ayuda”, se lamenta este matrimonio, una de las cientos, tal vez miles, de familias que se sienten engañadas.

El Gobierno canario presume de que entre 2009 y 2011, en plena crisis, 10.000 jóvenes pudieron adquirir un piso gracias a préstamos bancarios acogidos a la Hipoteca Joven, según el Ejecutivo muy ventajosos, lo que movilizó 786 millones de euros sólo en esos tres años. Pero la realidad es que muchos de estos jóvenes, entre 800 y 2.000 -no hay cifras definitivas- se hipotecaron porque la Consejería de Vivienda les prometió entre los 3.000 y 12.000 euros, dinero que solo han visto en los anuncios publicitarios, no en su cuenta.

Y es que nadie les dijo que todo dependía de que hubiera presupuesto, pero, claro, de eso se enteraban cuando ya habían firmado la hipoteca, y al leer en la letra pequeña del impreso de solicitud. No es de extrañar que muchos de los afectados se consideren víctimas de una publicidad engañosa y que sientan que quien realmente ganó fue la banca, que logró clientes entusiasmados en plena crisis, a los que pusieron un suelo del 2,75% de interés que, con el euríbor actual, les ha perjudicado.

COMPROMISO DE PAGAR

“En 2010 pedí la ayuda; me dieron por seguro que recibiría 12.000 euros, así que me compré una casa terrera para reformarla, y me hipotequé con una inmobiliaria de CajaCanarias, pero aún estoy esperando ese dinero”, denuncia Idaira, de 31 años.

Los afectados se han movilizado a través de una plataforma, y sus protestas, que llegaron al Parlamento canario de la mano del PP y del PSOE, forzaron a la consejera de Vivienda, Inés Rojas, a comprometerse el mes pasado a pagarles en dos plazos, de aquí a 2015.

“Compré la vivienda con 34 años, ahora tengo 38”, relata Marta, “y a mi también me dieron por hecho que recibiría la ayuda; tal es así que en la Bolsa de Vivienda Joven hasta me sugirieron pedir prestados 10.000 euros para hipotecarme por menor cuantía ya que el Gobierno me iba a dar seguro esa cantidad; me mandaron carta de aceptación, y sigo a la espera”.

El procedimiento, según relatan decenas de afectados, era el siguiente: se acudía a la Bolsa de Vivienda Joven, allí al solicitante de la ayuda se le hacía un estudio económico que, cuando se cumplía los requisitos, se remitía al banco que elegía el joven entre cuatro (CajaCanarias, Caja Rural, Cajasiete y La Caja de Canarias, reconvertidos luego en bancos). Se firmaba la hipoteca y solo tras este trámite se rellenaba la solicitud de la ayuda, cuya inesperada letra pequeña rezaba que dependía de que existiera disponibilidad presupuestaria.

INFORMACIÓN CONTRADICTORIA

Eso es lo que le pasó, como a casi todos, a Luz, de 29 años, que compró hace dos su piso. “A día de hoy ni siquiera me han dicho que esté aceptada o denegada la solicitud, sólo me comunican que tengo caducados los certificados de residencia; es indignante”.

En una reunión de 25 afectados con Inés Rojas, celebrada en febrero, la consejera llegó a plantear que renunciaran a parte de la ayuda si querían cobrar todos, de modo que se contentaran con 2.000 0 4.000 euros.

“Estoy en paro”, comenta Victoria, “y soy de las pocas a las que le dijeron que en 2010 no había dinero; yo trabajaba entonces para el Gobierno canario y me echaron por los recortes”. Pero a Félix, de 36 años, no le indicaron lo mismo: “Yo compré la vivienda con 33 años, pedí la ayuda en 2011 y, desde luego, nadie me advirtió de que no hubiera fondos para estas subvenciones”.

No comprenden los afectados por qué en Gran Canaria se abonaron las ayudas hasta mediados de 2010 y en Tenerife sólo hasta 2009. Asimismo, se quejan de que, por el suelo hipotecario, pagan de más entre 80 y 140 euros al mes respecto a otro tipo de hipotecas que había en el mercado. Y también creen denunciable que en julio de 2010 el Gobierno licitara una campaña publicitaria del Plan de Vivienda en la que se gastó 195.000 euros cuando ya no tenía dinero para la Hipoteca Joven.

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PLATAFORMA CON MÁS DE 400 MIEMBROS

A medida que han pasado los meses, y desde que en diciembre pasado empezaron a moverse, los afectados por el impago de las ayudas de la Hipoteca Joven han ido asociándose. Su plataforma representa ya a más de 400 familias. Su punto virtual de encuentro es la página de Facebook con el nombre de usuario Afectados por la Hipoteca Joven Canaria y también se puede contactar con la plataforma en la dirección de email afectadoshipotecajovencanaria@gmail.com. “Vamos a seguir batallando hasta que se cumpla el compromiso político de pagarnos, y vigilaremos que se cumpla, pues, si no es así, continuaremos las movilizaciones”, afirma Gemma, una de las jóvenes que asistió a la reunión que mantuvieron 25 afectados con Inés Rojas a finales de febrero pasado. “La consejera nos dijo en plan altanero que ella se imaginaba que ninguno de nosotros había pedido la hipoteca sólo por la ayuda, pues de por sí era ventajosa, y le dijimos que se equivocaba, que esa ayuda fue fundamental para optar por este producto financiero”, concluye esta joven afectada por el impago.

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