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“Los canarios tienen una mirada de la realidad muy narrativa”

   

Por INMA MARTOS

Antonia Molinero en una cafetería de La Laguna. | FRAN PALLERO

Antonia Molinero en una cafetería de La Laguna. | FRAN PALLERO

-A sus especialidades de magisterio, filología y creación literaria, y en la actualidad directora de la Escuela Canaria de Creación Literaria, se une su experiencia como lectora profesional, ¿podría explicar este trabajo?
“En las editoriales suelen tener un equipo de lectores que aligeran el trabajo al editor. Deben tener unos criterios muy similares, así, las novelas que han pasado una primera criba pasan por otra de la que se realiza un informe. En resumen, das tu valoración por si esa novela merece la pena ser publicada o no. A mí no me gusta demasiado este trabajo, porque es mucha responsabilidad y, al mismo tiempo, un poco frustrante. Hay gente que no lo hace mal, pero que tiene que mejorar algunos detalles, con lo cual surge la inquietud didáctica y piensas que si hubieran tenido la posibilidad de aprender algunas cosas, quizá habría tenido más suerte”.

-¿Quiénes acuden a la escuela que dirige?
“La verdad es que todo tipo de gente porque la inquietud literaria la puede tener desde un adolescente hasta personas bastante mayores que, por ejemplo,quieren escribir sus memorias y necesitan saber cómo hacerlo. Hay mucha gente de edades comprendidas entre los treinta y cincuenta años también, que tienen en algún momento más tiempo y creen que es el momento de lanzarse a por algo que siempre habían querido hacer. Hay un impasse en el que dicen: ‘Este es mi momento’. Acuden a clases después de sus jornadas laborales intensas con muchas ganas y no faltan nunca”.

-¿Qué les diría a las personas que tienen esa inquietud por la narrativa y no se han atrevido a dar el paso?
“Les diría que no hay que abandonar las ilusiones y quizá cuando uno tiene una vocación, en el caso de la literatura no tiene que tirar la toalla, pensando que no tiene esa virtud. Todo talento hay que intentar desarrollarlo y en la escuela sabemos muy bien las pautas que se deben seguir para que una obra tenga un mínimo de calidad”.

-¿Qué conformaría el talento en este caso?
“El talento de un escritor es la forma que tiene de ver la realidad. ¿Cómo se explica el mundo un escritor? Encontrar la flor que nadie ve. El escritor sale a dar un paseo y su percepción le hace ver historias en todas las situaciones y lugares y suele ser una percepción diferente a la del resto de la gente de todo lo que ve y lo que vive. Las personas con talento literario tienen una imaginación mucho más desarrollada que el resto, parecida a la imaginación de los niños y que lamentablemente se pierde. Todo les sorprende y desde ahí arrancan sus propias historias”.

“Obviamente la sanidad y la educación deben ir por delante, pero no se puede abandonar la cultura porque un pueblo sin cultura está muerto y los isleños la tienen", afirma Molinero. | F. P.

“Obviamente la sanidad y la educación deben ir por delante, pero no se puede abandonar la cultura porque un pueblo sin cultura está muerto y los isleños la tienen”, afirma Molinero. | F. P.

-¿Cuándo pierde un niño esta facultad de imaginar?
“Hay muchísimos niños así, y esa es mi lucha: en contra del momento antes de la adolescencia en el que se pierde la imaginación, quizá por vergüenza, por temor al ridículo. Precisamente, en el curso de jóvenes de los sábados por la mañana lo primero que intentamos es fomentar esa mirada despierta y creativa de los más pequeños”.

-A parte del talento, está la técnica, que es a lo que seguro que se dedican ustedes…
“Sí, hay recursos y técnicas que son muy necesarios para escribir, pero también es cierto que hay que tener esa mirada especial, el talento, esa expresión. Uno sabe que dibuja bien y va a una escuela de bellas artes, el escritor es ese niño que en clase te hace una historia original y diferente a las demás”.

-¿Qué tal andamos de escritores en Canarias?
“La gente que viene a la escuela tiene un nivel bastante alto. Yo soy de Madrid y ya cuando vivía allí, venían a mis clases personas de Canarias que llamaban la atención. La gente que vive en la Isla tiene una sensibilidad especial para escribir. Una mirada muy interesante, muy profunda. Siempre me ha llamado la atención bastante, aunque no hay un punto de vista canario de escritura, sí he observado que hay una mirada muy narrativa. Los canarios son muy buenos transmitiendo emociones, sentimientos, en la cercanía de la narración, les gusta contar historias, intimistas pero no dramáticas, sino esperanzadoras y los textos no te dejan devastado, hay mucha luz y son vitales. Hay gente que cuenta historias que a los demás les gustaría escuchar. Somos mucho más creativos de lo que se puede imaginar y hay que cultivarlo”.

-De los autores canarios que ya han publicado, ¿a quién o a quiénes se atrevería a destacar?
“Pues hay muchos pero, por ejemplo, aconsejo mucho al autor Juan Andrés Herrera Perdomo y su novela La casa de las flores rotas, que pasó por la escuela y que me parece muy interesante. También recomiendo a Víctor Álamo de la Rosa que es uno de los grandes, ya consagrado”.

-¿Y tienen fuera de las Islas la repercusión que deberían?
“Deberían tener más. Hay autores canarios que, desde la perspectiva de fuera, no están valorados y ni siquiera se conocen y es una pena porque aquí hay buena calidad”.

-¿Son las editoriales las responsables de este hecho?
“Bueno, estamos en una mala época porque la venta de libros ha bajado y en las bibliotecas no hay fondos para las novedades. Pero esto es para todo el sector cultural por igual”.

-En Tenerife se escucha a veces decir que a la gente no le interesa la cultura porque las actividades que se organizan no se llenan supuestamente…
“Yo creo que es un mito. A la gente le interesa mucho la cultura, lo que pasa es que tenemos todos tantos problemas que solucionar que, a veces, la cultura la dejas a un lado. Pero la gente sigue leyendo, viendo películas, sigue yendo al teatro y a los conciertos y, además, hay que intentar potenciarlo más. Desde las administraciones es complicado pero hay que hacer una apuesta importante porque es un sector tan importante como otros. Obviamente, la sanidad y la educación deben ir por delante, pero no se puede abandonar la cultura porque un pueblo sin cultura está muerto y los canarios la tienen. Aquí hay pintores extraordinarios y músicos y directores de cine excelentes”.

-¿Diría a los artistas canarios que se marcharan fuera?
“Yo me lo planteo con mi hijo y a lo mejor lo que hay que decirles es que se queden y así poder levantarlo entre todos, porque como se vayan todos los talentos… Quizá debemos dejar de apoyarnos en las administraciones que están ahogadas por el motivo que sea, y hacerlo nosotros. De todas formas, si tuviera esa respuesta… La gente debe creer en sí misma, en su talento, en sus posibilidades”.