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CD TENERIFE > EL REPORTAJE

Malos síntomas fuera de casa

   

Los blanquiazules son otro equipo cuando juegan de visitante. / ACAN

Los blanquiazules son otro equipo cuando juegan de visitante. / ACAN

ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife

Se repitió la historia: otro partido del CD Tenerife lejos del Heliodoro, y malas sensaciones traducidas en la tercera derrota de la temporada. Las tres han sido a domicilio, salvo en Gijón, donde los blanquiazules compitieron bien, pero cometieron varios errores defensivos que les llevaron a perder en el último minuto, y con los de Cervera buscando la victoria cuando el encuentro estaba empatado a dos; pero en Fuenlabrada (2-0), y en Majadahonda (1-0), el CD Tenerife no ha sido un rival que intimide a sus oponentes.

El equipo ha sufrido una metamorfosis en sus encuentros lejos de casa desde que se inició la liga en el mes de agosto. Sus primeros cuatro partidos como visitante los saldó con tres triunfos y un empate: CD Marino (0-2), Ourense (2-3), Leganés (1-1), y Real Madrid C (1-2). En esos partidos los blanquiazules marcaron el ritmo del partido desde el minuto uno, y casi antes de llegar al descanso tenían el partido encarrilado. Pero desde la visita al filial blanco en Valdebebas, todo empezó a cambiar.

La siguiente parada fue en Guijuelo, donde se empató a cero y se vio a un Tenerife más precavido en tareas defensivas. El siguiente partido fuera fue en Coruxo, donde los gallegos pusieron contra las cuerdas a los insulares, que amarraron un punto gracias a la gran actuación de Sergio Aragoneses, que salvó varios goles claros. Y llegó el bache. Hasta ese momento, los tinerfeñistas mantenían la regularidad ganando en casa y empatando o venciendo fuera. Pero las dos siguientes salidas traerían las dos derrotas consecutivas en Fuenlabrada y en Gijón. En Madrid se vio a un Tenerife parecido al de este pasado domingo en el Cerro del Espino, y en Mareo se perdió por exceso de ambición. Eso no gustó a Cervera, que criticó a sus jugadores por no haber sabido amarrar el partido ante los asturianos.

Tendrían que pasar dos partidos más lejos de su feudo, para que volviera a vencer fuera. Antes del dos a tres de Mieres, los blanquiazules cosecharon dos tristes empates ante rivales de la zona de descenso: Alcalá (0-0), y Rayo Vallecano B (0-0), que confirmaban la errática trayectoria del CD Tenerife en la península. Cuando se vence al Caudal remontando el partido, daba la impresión de que se había evitado seguir con esa línea de resultados más mediocres fuera de casa, y ante rivales muy inferiores a los tinerfeñistas. Pero los dos últimos choques en feudo contrario han vuelto a demostrar que los resultados y la imagen que se da cuando se sale del Heliodoro son producto de algo más que una mala racha. El empate en Zamora supo a poco, a pesar de que los zamoranos son el rey de la igualada en la categoría de bronce.

El tropiezo ante el filial rojiblanco es un aviso de que las cosas no funcionan jugando fuera: siete puntos cosechados, de los últimos 27 disputados a domicilio, se nos antojan poco bagaje para un líder como este.

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Quinto partido a cero a domicilio

Para un equipo con los registros goleadores del CD Tenerife, no es lo más habitual quedarse sin marcar en un partido. Con el de este pasado fin de semana en Madrid, los blanquiazules suman cinco encuentros en los que no lo han hecho fuera de casa, y se da la coincidencia de que cuatro de ellos han sido en la capital de España: a cero en Fuenlabrada, ante el Alcalá, con el Rayo Vallecano B, y con el filial colchonero. El otro partido en el que no vio portería fue en Guijuelo: empate a cero. Solo en Fuenlabrada y ante el Atlético de Madrid B acabó perdiendo. En los encuentros disputados en el Heliodoro Rodríguez López, no ha dejado de marcar goles en ninguno de ellos hasta ahora.

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