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Más de 1.600 ciudadanos deciden si las Malvinas siguen siendo británicas

EFE | Buenos Aires

Más de 1.600 ciudadanos malvinenses están llamados a las urnas para decidir en referéndum si las islas Malvinas continúan siendo parte de Reino Unido, una consulta en la que se espera una clara victoria del ‘sí’ que ha sido duramente criticada en las últimas horas por un nutrido grupo de políticos de Argentina que mantiene su reclamación sobre la soberanía de este archipiélago.

31 años después de que Reino Unido y Argentina entraran en guerra por la soberanía de las Malvinas, las relaciones entre los dos países siguen marcadas por las tensiones por controlar este archipiélago, en el que residen unas 2.500 personas.

En cifras totales, 1.649 ciudadanos nacidos en las Malvinas o registrados como ciudadanos desde hace años están registrados para votar en el referéndum que comenzará el domingo y se prolongará hasta el lunes, en el que deberán responder si quieren que el archipiélago siga siendo parte de Reino Unido.

Se prevé que el ‘sí’ gane de forma abrumadora en la consulta, que, previsiblemente, será rechazada por Argentina por entender que se trata de una medida propagandista. La casa de apuestas británica Ladbrokes ha asegurado que el resultado del referéndum es «la mayor certidumbre de la historia de las apuestas políticas» y ha asegurado que nadie apuesta por el triunfo del ‘no’. También se espera que se registre una elevada participación, toda vez que es la primera ocasión en que los malvinenses acuden a las urnas para pronunciarse sobre la soberanía del archipiélago.

«Es nuestra oportunidad de tener una postura unificada sobre algo que nos afecta mucho», ha explicado Kerri Jamieson, una malvinense que ha estado vendiendo camisetas conmemorativas de la consulta. Hasta el momento, ha vendido unas 50 camisetas con el lema ‘Nuestras islas, nuestra decisión’. «Para los argentinos, sólo es un ejercicio académico pero, para nosotros, nos afecta enormemente», ha asegurado.

Muchos malvinenses consideran que las declaraciones reivindicativas de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y de su canciller, Héctor Timerman, han hecho aumentar el sentimiento patriótico en las islas, situadas a 12.700 kilómetros de Reino Unido y a 75 minutos de vuelo del sur de Argentina.

Las tensiones entre Argentina y Reino Unido a cuenta de las Malvinas han aumentado desde que se ha descubierto que podría haber recursos petrolíferos en aguas del archipiélago y por las continuas reivindicaciones soberanistas de la presidenta argentina.

El ministro de Asuntos Exteriores argentino aseguró en febrero que el referéndum de este fin de semana tiene «el espíritu de una campaña de relaciones públicas». «Es casi un acto de autosatisfacción preguntar a personas británicas si quieren ser británicas. En lo que se refiere a nosotros, parece que no tiene sentido», aseguró el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado argentino, Daniel Filmus.

Argentina reivindica la soberanía de las islas Malvinas desde 1833, cuando mantiene que debería haberlas heredado de España pero Reino Unido se las arrebató y expulsó a la población argentina que residía en el archipiélago.

La reivindicación de las Malvinas ha sido una constante en la política exterior de Argentina pero, desde la guerra en 1982, ha habido algunas etapas de distensión. El conflicto bélico, que se prolongó durante diez semanas, acabó con la vida de unos 650 militares argentinos y 255 británicos.

RECHAZO DE SENADORES ARGENTINOS

Senadores argentinos de varios partidos han criticado este sábado la celebración del plebiscito por ser una «trampa» y una «maniobra publicitaria» impulsado por el Gobierno de Reino Unido, en la víspera de la votación.

«El referéndum de este fin de semana es una nueva acción política de naturaleza publicitaria pergeñada por el Reino Unido», ha declarado el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado de Argentina.

«Debemos denunciar la trampa que esconde la apariencia de participación popular en el caso de un pueblo implantado», ha afirmado Filmus. «Esta maniobra publicitaria no tiene ninguna validez para la legislación del derecho internacional», ha añadido.

Filmus propondrá al Senado que rechace categóricamente el referéndum y, por ende, su resultado, en un acuerdo suscrito con otro miembro del partido peronista Frente para la Victoria, con Ernesto Sanz, del partido de centroizquierda Unión Cívica Radical; con Rubén Giustianiani, del Frente Amplio Progresista; y Jaime Linares, de la formación de centroizquierda Generación para un Encuentro Nacional (GEN).

Para proseguir con este acto de rechazo, Filmus convocará una sesión especial en el Senado, cuyo anuncio todavía aún no se concretado, según ha informado el diario argentino ‘La Nación’.

«Todas estas acciones no solo lesionan los legítimos derechos argentinos, sino los de gran parte de los países y pueblos de Sudamérica», ha remachado Filmus.