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Oramas admite la posibilidad de competir por el Gobierno regional

La diputada Ana Oramas, junto a Fernando Clavijo, en una imagen de archivo. | FRAN PALLERO
La diputada Ana Oramas, junto a Fernando Clavijo, en una imagen de archivo. | FRAN PALLERO

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

El sector crítico de Coalición Canaria ha iniciado sus particulares prospecciones para ver si bombea petróleo en las próximas elecciones autonómicas. Ayer salió a la palestra Ana Oramas. “Si voy a ser candidata o no a la presidencia del Gobierno lo decidiré dentro de año y medio”, declaró la diputada en el circuito regional de la SER. “Ya veremos dónde estoy entonces”, apostilló en el programa de Jorge Bethencourt y Paco Pomares.

Los matices introducidos al “no rotundo” de Paulino Rivero a la extracción de crudo cerca de Lanzarote y Fuerteventura han enturbiado las aguas nacionalistas, que ya venían revueltas desde el quinto congreso de CC.

En la cita de junio de 2012, el recinto ferial de Santa Cruz de Tenerife se convirtió en el teatro de operaciones del cambio de modelo. El presidente del Cabildo, Ricardo Melchior; el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, y la propia Ana Oramas le plantaron cara al jefe del Ejecutivo. Aunque Rivero ganó la partida, de la mano de José Miguel Barragán, las heridas abiertas no acaban de cicatrizar. Un mes después, Fernando Clavijo se desquitó al asumir la secretaría insular en sustitución del consejero de Economía, Hacienda y Seguridad, Javier González Ortiz. A partir de ese punto de inflexión, se han ido sucediendo los movimientos de toma de posición. La tensión creada por la ruptura del acuerdo con el PSOE en El Tanque simbolizó la guerra interna en ambas formaciones políticas, lo que puso en riesgo la estabilidad del pacto de gobernación en la Comunidad Autónoma.

Más recientemente, el anuncio de que Melchior no agotará el mandato ha puesto en guardia a los paulinistas. La opción de Carlos Alonso les rompe los esquemas. De momento, Clavijo ha renunciado a inscribirse en la carrera. Pero ¡quién sabe! “Somos imprevisibles”, enfatizó Oramas. “Dos años en política es muchísimo tiempo. Uno está arriba hoy y dentro de seis meses está abajo”. No obstante, se desmarcó de las “conspiraciones”.