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El papa negro – Por Rafael Muñoz Abad

   

Dice un tal Nostradamus que si la fumata blanca de la casa vaticana decide que el nuevo Santo Padre sea un negro, se cumplirá la profecía y será el amanecer del fin de los tiempos. No vamos a entrar aquí en un debate profético, pues, para tales divagaciones, ya vamos más que servidos con algunas de las delirantes radios que en las madrugadas anuncian todo tipo de elucubraciones. Soy de los que piensan que la Iglesia hace mucho por África y sus miserias. La Iglesia de a pie. La anónima. Aquella cuyos legionarios han decidido entregar su tiempo a los más desfavorecidos. No hay rincón del continente que haya visitado donde no haya visto la huella de la bondad y la generosidad de hermanos y hermanas. Cada 45 días, la misión de Lobito recibía toda una bodega repleta de prótesis, sillas de ruedas y la más variopinta gama de material médico aún factible de ser reutilizable. Excedentes del sistema sanitario. Me decía una de las hermanas, que aquí la Iglesia debía entenderse a nivel de “usuario”. “… Estos huérfanos tienen que comer todos los días; algunos, esperan las piernas de plástico que vosotros traéis; los más desgraciados, ven el mundo desde una tablita con ruedines…”

Bajo la cruel herencia de años de guerra civil, las misiones proliferaron en Angola. Una generación de amputados y huérfanos es el vivo recuerdo del averno de minas antipersonales que aún es parte del país. Misioneros de las más diversas nacionalidades dan veracidad a aquellas palabras de la lagunera sor África: “… aquí una se siente útil; ésta es la verdadera Iglesia…” Es paradójico cómo la relación de la Iglesia con África contrasta entre las miles de historias anónimas y la polémica imagen de magnificencia que (esta) a veces ofrece. Y es que la basílica de San Pedro, empequeñece frente a la pseudo réplica que en Yomoussoukro, Costa de Marfil, se erige. África ya ha dado tres pontífices: san Víctor I; san Melquiades y san Gelasio; el cuarto y último, según la lista de san Malaquías, podría ser el ghanés Peter Turkson. Candidato altamente papable. Si me permiten la broma, ¿habrá fumata… negra?

Rafael Muñoz Abad del CENTRO DE ESTUDIOS AFRICANOS DE LA ULL
cuadernosdeafrica@gmail.com