N. T. | Santa Cruz de Tenerife
El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife vive estos días envuelto en un aire de vendetta entre el equipo de gobierno municipal y el principal grupo de la oposición, el Partido Popular.
Denuncian los populares que la fecha elegida por el Ayuntamiento para celebrar el pleno extraordinario sobre Asuntos Sociales que ha solicitado el PP es como poco malintencionada. Será el 13 de marzo, la misma fecha en la que, y desde hace un mes, está convocado un pleno del Parlamento de Canarias y al que Cristina Tavío, en su calidad de diputada regional, tiene que acudir. Además, el PP se queja de que ese día tampoco podrá asistir otro de sus ediles, Pablo Matos, que es diputado nacional y que solo está en Tenerife los lunes y los viernes. Estos motivos son más que suficientes para que el PP expresara en su petición de que el pleno extraordinario se celebrara en la fecha en la que preferentemente todos los miembros de la corporación pudieran asistir.
Encontronazos
El último de los encontronazos tuvo lugar ayer en la comisión de control en la que, según cuentan desde el PP, el alcalde, José Manuel Bermúdez, se mostró muy autoritario al negarse a cambiar la fecha del pleno extraordinario ni tampoco la hora, que será a las nueve. Además, considera el alcalde que las intervenciones de los concejales citados son comparecencias y por tanto sin límite de tiempo, el que sí tendrá la oposición en dos turnos de seis y tres minutos.
En cuanto al orden del día de la comisión de control que tendrá que celebrarse también la semana próxima después del fiasco de la de esta semana, suspendida por incapacidad de diálogo, al final tampoco incluirá las peticiones de comparecencia del PP. Pues lo dicho, parece que la tensión se instala en el Consistorio.