El retorno de un grande

Airam Sosa viene realizando una buena temporada en el Rosario Estación de Servicio El Mirador. / SERGIO MÉNDEZ

LUIS DE LA CRUZ | Santa Cruz de Tenerife

Fábrica de excelentes luchadores. Lugar donde se vive con pasión la lucha canaria. Valle de Guerra es la gran cuna de este deporte en el Archipiélago.

Hace tiempo que no logran el título de la Liga de Primera Categoría, aunque el año pasado se adjudicaron la Copa Ciudad de La Laguna contra todo pronóstico y en una gran luchada del conejero Kiren González.

Esta temporada, en tiempo récord, montaron un equipo ganador. Eso no garantizaba títulos e incluso partían con mucha presión, algo parecido a lo que le ocurrió en los últimos tiempos al Tijarafe de Santa Úrsula.

Era el retorno de los Ledesma a Valle de Guerra y el punto de mira de mucha gente por ver si eran capaces de colocar a Valle de Guerra en el lugar donde se merece.

No solo lo consiguieron, sino que han batido todos los registros anotadores. De momento y, en todos los encuentros disputados, no han perdido un solo choque. En la actualidad no son campeones porque el Victoria en las últimas jornadas se ha comportado como un equipo respondón y en una semana, entre terreros y despachos, lograron ocho puntos. Al margen de los tres ante el Guamasa, donde apareció la figura de Kevin Acosta.

Chevo Ledesma ha jugado un papel clave en esta escuadra. No es fácil para ningún mandador lidiar con un vestuario cuajado de figuras.
Ha sabido dosificar el ego de cada uno de sus luchadores y también su ansiedad.

Gana los encuentros de abajo, arriba y con distintos argumentos. No tiene una figura fija, sino que los honores se los intercambian sus luchadores en cada uno de los encuentros disputados.

Eusebio Ledesma, en su etapa de cadete, es de largo el máximo tumbador de Tenerife. Lo hace bien en las tres categorías y es la espoleta para dinamitar la media cola de cada uno de los conjuntos rivales en este torneo. Otros bregadores de la calidad de Aitor Molina o Sergio Hernández están realizando la temporada de su vida en las filas del club, que preside Miguel Varela.

El palmero Alejandro Afonso, también está realizando una temporada, que lo catapultará a lo más alto de este deporte. Es un luchador, pese a su juventud, muy disciplinado y con capacidad de crecer en cada uno de los encuentros que disputa. Es de los bregadores más valiosos del club vallero.

Chevo Ledesma, entrenador del club vallero. / FRAN PALLERO

COMPENETRACIÓN

La cola y la media, siempre ayudan a llevar los encuentros arriba, pero son los puntales los que ganan las luchadas o, al menos, rematan la faena.

Agustín González Pollo de La Candelaria estaba muy cerca de firmar con el Tijarafe Fonteide, cuando la directiva del Rosario se fijó en él. Acertaron de pleno con el fichaje del luchador del Maninidra.

Ha dado la cara en momentos tan importantes como en el encuentro de La Victoria. Es un luchador con casta y le da seguridad al resto de sus compañeros. Es, de largo, uno de los Destacados A más importante de nuestro Archipiélago.

Por su parte, Marcos Ledesma se compenetra y marca los tiempos con el resto de compañeros. Esta temporada está muy centrado en lo que quiere: dar el mayor número de títulos al Rosario. Se le ve disfrutar en los encuentros que disputa.